Con el comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno este viernes en Beijing, el Gobierno de China habría llegado a un acuerdo no escrito con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para postergar la publicación de un documento que detalla los hallazgos sobre los abusos contra una minoría musulmana en la región noroeste de Xinjiang.
Según se informó, la Oficina de la ONU encabezada por la expresidenta chilena Michelle Bachelet aceptó una solicitud del presidente chino Xi Jinping en ese sentido, dijo el South China Morning Post (SCMP).
A pesar de un boicot diplomático de Estados Unidos y varios aliados occidentales que citan violaciones de derechos humanos, Xi Jinping está decidido a presentar al mundo la mejor imagen posible de su país.
El SCMP habló de un acuerdo para retrasar la publicación del ansiado informe, que requirió casi tres años de preparación y tuvo que trabajar con numerosas trabas de las autoridades chinas.
Liz Throssell, vocera de la Oficina de Bachelet, dijo que no había fecha para la publicación del informe, pero confirmó que no estará listo antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno, a pesar de que, según versiones, el documento ya está terminado y listo para su publicación. Los Juegos terminan el 20 de febrero. Sin embargo, Throssell confirmó que había conversaciones en curso para que Bachelet visitara el noroeste de China posiblemente en la primera mitad de 2022.
La ceremonia inaugural de los Juegos contará con la presencia del secretario general de la ONU, António Guterres, y también del presidente argentino, Alberto Fernández.
Reinhard Bütikofer, jefe de la delegación del Parlamento Europeo en China, dijo que ahora que la atención del mundo está centrada en Beijing para los Juegos de Invierno, no podemos permitir que el gobierno chino blanquee su reputación ante las atrocidades que están ocurriendo en Xinjiang.
En diciembre pasado, un grupo bipartidista de legisladores estadounidenses le recordó a Bachelet que su oficina había prometido en septiembre que la publicación del informe era inminente.
El Gobierno chino habría insistido en que la visita de Bachelet a Xinjiang debería tener un carácter amistoso y no como parte de una investigación, a lo que la ex mandataria chilena respondió que las condiciones para tal viaje deberían ser establecidas por la delegación visitante y no por el país anfitrión e insistió en que se debe garantizar la libertad de circulación en todo el país, así como la libertad de investigación, incluido el acceso a todas las prisiones, centros de detención y lugares de interrogatorio y el contacto confidencial y sin supervisión con los testigos y otras personas.
Los líderes de la Unión Europea también rechazaron la invitación de Beijing para visitar Xinjiang en las mismas condiciones. Nabila Massrali, vocera de la UE, dijo que el bloque busca una evaluación independiente, objetiva, imparcial y transparente. También aseguró que el informe de la ONU se sumaría a la información existente sobre violaciones y abusos generalizados de los derechos humanos que ocurren en Xinjiang.
Los uigures viven en las regiones del noroeste del país y constituyen uno de los 56 grupos étnicos reconocidos oficialmente por el gobierno de Beijing. Presentan una lengua propia, con diferentes dialectos que se diferencian por secciones geográficas. Han sufrido amplios controles y restricciones en su vida religiosa, cultural y social.
Se dice que más de 120.000 uigures están confinados en campos de detención en toda China, con la idea de cambiar su pensamiento político y creencias religiosas mediante el abuso físico y verbal, así como obligarlos a escribir ensayos autocríticos y cantar el himno del Partido Comunista Chino.