El presidente peruano, Pedro Castillo, recibió un nuevo golpe a menos de un año de asumir el cargo luego de la renuncia el lunes de la primera ministra Mirtha Vásquez citando altos niveles de corrupción dentro del gobierno nacional.
Castillo ganó la segunda vuelta el 6 de junio como candidato del izquierdista Perú Libre contra la candidata derechista Keiko Fujimori y prestó juramento el 28 de julio. Anunció su tercer cambio de gabinete este lunes.
“Como siempre he anunciado en mis intervenciones, el gabinete está en constante evaluación. Por eso he decidido renovarlo y formar un nuevo equipo”, dijo Castillo. Tras la salida de Vásquez, Castillo también dijo que “seguiremos por la senda del desarrollo por el bien del país”, pero no especificó si nombrará un gabinete totalmente nuevo o simplemente reemplazará a Vásquez y a algunos otros ministros.
Vásquez, una líder moderada dentro del Frente Amplio de la coalición gobernante, había asumido la Presidencia del Consejo de Ministros el 6 de octubre para reemplazar a Guido Bellido de Perú Libre, de matriz marxista-leninista.
La jefa de Gabinete saliente escribió este lunes en Twitter que renunciaba por la imposibilidad de lograr consensos en beneficio del país.
El nuevo reemplazo se produce luego de que Castillo aceptara la renuncia del ministro del Interior, Avelino Guillén, quien dimitió el viernes tras decir que no sentía el apoyo del Presidente en una disputa con el Jefe de Policía, a quien quería reemplazar. Guillén también había pedido a Castillo que empezara a escuchar y le solicitó que cambiara a sus asesores presidenciales más directos que estaban permanentemente en guerra entre ellos.
Vásquez se puso del lado del ministro del Interior: “Hemos llegado a un momento crítico. La crisis en el Ministerio del Interior (…) es la expresión de un problema coyuntural de corrupción en diversas instancias del Estado que nos viene golpeando y que es hora de atender y enfrentar con firmeza. En este momento, las dudas o indecisiones son inadmisibles”, señaló.
El futuro de Castillo se vuelve cada vez más borroso. Ya sobrevivió a una moción de censura del Congreso solicitada por el fujimorismo por supuesta “incapacidad moral”, figura que en los últimos años ha servido para deponer a los presidentes Pedro Pablo Kucyynski y Martín Vizcarra.