Un científico de la NASA comparó la erupción volcánica de este fin de semana frente a Tonga con la bomba atómica lanzada por Estados Unidos en la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945 y dijo que el episodio reciente fue 500 veces peor.
James Garvin, científico jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, ha explicado que la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha'apai fue 500 veces más poderosa que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, equivalente a unos 10 megatones - 10 millones de toneladas-equivalente en tritolo”. Garvin agregó que fue la erupción más grande en las últimas décadas, registrada hasta Alaska, a 9.000 kilómetros de distancia.
El enorme hongo de humo que salió de la boca del volcán alcanzó una altura de 30 kilómetros, vertiendo gas, lluvia ácida y cenizas sobre las 170 islas del archipiélago, cubriéndolo prácticamente todo. El gobierno de Tonga dijo que era un desastre sin precedentes. Olas de hasta 15 metros de altura han destruido todos los edificios en algunas islas, dejando a decenas de personas sin hogar.
Mientras tanto, las operaciones de rescate en Tonga apenas comenzaban a cobrar impulso el miércoles después de que finalmente se despejara la pista principal del aeropuerto internacional, después de haber sido enterrada bajo varios centímetros de ceniza.
Jonathan Veitch, de las Naciones Unidas, dijo que la pista estaba operativa nuevamente y que los primeros vuelos con ayuda de Australia y Nueva Zelanda podrían llegar el jueves a bordo de C-130 listos para despegar de Canberra y Wellington, mientras que ayuda adicional por mar también estaba en camino llevando alimentos, agua e incluso una unidad desalinizadora capaz de entregar 70.000 litros por día. China también estaba enviando ayuda, se informó.
Toda la población de Tonga de más de 100.000 personas sigue en estado de necesidad cuatro días después de la erupción del volcán, con el suministro de agua potable gravemente comprometido y las reservas de alimentos escaseando.
Los suministros de agua de las islas Tonga se han contaminado gravemente con cenizas y agua salada, advirtió Katie Greenwood, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y añadió que existe un alto riesgo de enfermedades como el cólera y la diarrea, mientras que también se teme la llegada de la COVID-19 al archipiélago, que hasta el momento no ha registrado ningún caso.
Las comunicaciones de Tonga siguen afectadas. Según las proyecciones, se necesitará al menos un mes para reparar el cable submarino de comunicaciones que da acceso a Internet, dijo la compañía de cable estadounidense SubCom.
Hasta el momento, se ha informado que tres personas murieron y muchas más resultaron heridas, pero hasta que las comunicaciones se restablezcan adecuadamente, estas solo pueden ser cifras preliminares.