Unos 4.500 vuelos comerciales fueron cancelados o reprogramaron durante el fin de semana en todo el mundo debido a que las tripulaciones se vieron afectadas por la variante Ómicron del coronavirus, lo que dejó a las aerolíneas sin personal para manejar la repentina crisis.
Según FlightAware, unos 2.300 vuelos se suspendieron solo en Nochebuena, mientras que otros 2.200 debieron reprogramarse para los días siguientes debido a la cantidad de pasajeros varados.
Las cancelaciones se debieron a casos de COVID-19, particularmente la variante Ómicron, que había infectado tanto a las tripulaciones como al personal de los aeropuertos, informaron las aerolíneas.
El sitio web también informó que unos 700 de los vuelos afectados debían partir o aterrizar en los Estados Unidos, un país que ha registrado más de 52 millones de infecciones por COVID-19, con más de 816.000 muertes.
La variante Ómicron ya se ha convertido en la dominante en Estados Unidos, con una media de más de 188.000 positivos diarios en la última semana y una curva epidemiológica en alza.
El pico de casos de Ómicron en todo el país esta semana ha tenido un impacto directo en nuestras tripulaciones y las personas que dirigen nuestras operaciones, dijo United Airlines, que tuvo que cancelar más de 200 viajes.
Delta Air Lines también canceló 260 vuelos, debido al COVID-19 pero también a condiciones climáticas adversas. Los equipos de Delta han agotado todas las opciones y recursos antes de decidir sobre estas cancelaciones, explicó la aerolínea en un comunicado. Delta tuvo que cancelar otros 300 vuelos el domingo después de agotar todas las alternativas y recursos, incluido el cambio de rutas y la sustitución de tripulaciones para cubrir los vuelos programados, antes de iniciar las cancelaciones el viernes. Pedimos disculpas a nuestros clientes por el retraso en sus planes de vuelo para las fiestas.
JetBlue canceló 80 vuelos el viernes, 7% de sus operaciones, Alaska Airlines informó que había cancelado 17 vuelos debido a Ómicron.
China Eastern canceló 480 vuelos, aproximadamente el 20% de los itinerarios planificados y Air China suspendió el 15% de sus servicios. También se notificaron varios casos en el Reino Unido y Australia.
En el caso de Estados Unidos, la situación también revela una batalla entre los directivos de las grandes aerolíneas y los sindicatos. En respuesta al caos previo a las vacaciones, las aerolíneas enviaron esta semana una carta a Rochelle Walensky, directora de los Centros para la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE UU, pidiéndole que reduzca el período de aislamiento que deben pasar las personas vacunadas que han estado expuestas al virus de diez a cinco días. Ante la presión del grupo Airlines for America, que representa a Delta, United y American, ante los CDC para reducir los tiempos de aislamiento, el sindicato de auxiliares de vuelo (AFA) envió a Walensky una nota para mantener vigente la regla de los diez días.
La aerolínea alemana Lufthansa dijo que se vio obligada a cancelar varios vuelos transatlánticos debido a enfermedades entre los miembros de su tripulación, aunque no mencionó si la dolencia era COVID-19. Actualmente hay un aumento masivo de las bajas por enfermedad, dijo un portavoz. Por lo tanto, hemos cancelado vuelos a través del Atlántico Norte, por ejemplo a Washington, Boston y Houston desde Frankfurt.