Noticias alentadoras para la prometedora industria de hidrocarburos de las Islas Falkland. Rockhopper Exploration oficialmente anunció el miércoles que había alcanzado un acuerdo con Navitas Petroleum, mediante el cual la empresa sita en Israel incrementaba significativamente su participación en el proyecto Sea Lion, en tanto el tenedor de la mayoría actual Harbour Energy, dejaba el emprendimiento.
Bajo los términos del acuerdo, que aún precisa de la respectiva aprobación, la empresa israelí de exploración y producción hidrocarburífera se hará de un 65% del proyecto Sea Lion comparado con el 30% originalmente pactado el año anterior. En tanto Rockhopper retiene el 35% del yacimiento que descubriera en 2010 en la cuenca norte de las Falklands.
Harbour Energy en setiembre pasado hizo público que tenía planes para retirarse de proyectos en Brasil, México y Falklands, obedeciendo a razones de estrategia, para concentrarse en oportunidades de menor riesgo en regiones donde la empresa ya marca presencia. Harbour se describe como el mayor productor independiente de crudo y gas, que cotiza en bolsa del Reino Unido, con sus mayores activos en el Mar del Norte y el Sureste Asiático.
Rockhopper dijo en el comunicado que esperaba un mayor alineamiento y arreglos comerciales más simples a lo largo de la nueva joint venture de forma de adelantar el proyecto a la etapa de FID (Decisión final de inversión). Navitas será el operador del desarrollo de Sea Lion en tanto Rockhopper se guarda el derecho de retener su 35% aún cuando en un futuro se precisen más socios en el emprendimiento.
Según estimativos cautelosos el proyecto Sea Lion tiene reservas comerciales de 523 millones de barriles equivalentes en crudo, pero ha visto su desarrollo demorado por varios años, lal última vez en 2020, cuando se derrumbaron los precios internacionales del petróleo por la pandemia del Covid 19 y un menor consumo mundial.
Para Rockhopper, corta de fondos, Navitas le suministrará un préstamo con una primera entrega previo al FID, y luego con un mayor apoyo financiero para ayudarle a cubrir su cuota parte de dos tercios de los costos del desarrollo del yacimiento. El interés del adelanto pre-FID será del 8%, y si el FID resulta positivo el segundo tramo será libre de intereses, pero Rockhopper deberá reembolsarlo con el 85% del flujo de caja de su cuota parte de los ingresos del desarrollo.
En el caso que el FID no se concrete dentro de los cinco años de completarse la propuesta transacción, Rockhopper puede elegir remover a la empresa israelí Navitas de las licencias de exploración y producción petrolera otorgadas por el gobierno de las Falklands, siempre y cuando haya cumplido con los términos del préstamo pre-FID.
Empero la finalización de la documentación definitiva, bajo el plan, se espera pueda estar finalizada durante el primer trimestre del 2022, según anunció la nueva joint venture.
Rockhopper también resaltó la experiencia de Navitas en la ejecución y financiación de los desarrollos petroleros a gran escala. En agosto pasado junto a socios logró una financiación en exceso de US$ 900 millones para el proyecto offshore de Shenandoah, con el operador Beacon, en la parte norteamericana del Golfo de México.
Por otra parte, Navitas en una reciente presentación ante inversores se mostró confiado que la demanda global de petróleo seguirá creciendo hasta por lo menos el 2035, a pesar de los vientos de transición que soplan. En cuanto a cómo encarar el trabajo, Rockhopper dijo que los socios considerarán un plan de desarrollo alternativo a un costo menor para Sea Lion, aprovechando el diseño y tareas ingenieriles que fueron planificados para el proyecto en la última década.
Un previo y ambicioso proyecto de desarrollo para Sea Lion incluía la perforación de 23 pozos en el fondo marino, conectados a una nave flotante con capacidad de almacenaje y trasbordo de crudo.