El 25 de noviembre, Día Internacional de No Violencia Contra las Mujeres, resulta de un homenaje a las hermanas activistas de la República Dominicana, Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, quienes fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del dictador dominicano Rafael Trujillo. La ONU oficializó la fechas el 17 de diciembre de 1999.
Las hermanas Mirabal, también conocidas como Las Mariposas, nacieron en Ojo de Agua, un pequeño poblado de la provincia de Salcedo, en el norte del país, y pertenecían a una familia acomodada. En 1949 la familia fue invitada a una recepción en honor al dictador Trujillo, quien rápidamente se sintió atraído por Minerva y comenzó a cortejarla. Ella, sin embargo, le exigía que termine el acoso judicial contra su amigo intimo Pericles Franco, uno de los fundadores del Partido Socialista Popular.
Minerva, Patria y María Teresa fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones. Su padre, Enrique, también fue apresado y liberado varias veces hasta que se enfermó y murió a finales de 1953.
El 25 de noviembre de 1960, las tres hermanas regresaban de ver a sus esposos que estaban encarcelados cuando fueron interceptadas por miembros de la policía secreta, ahorcadas y apaleadas. El objetivo de la fuerza era que, una vez lanzadas dentro del auto por un precipicio, los asesinatos fueran interpretados como un accidente.
Aquel día, el cuerpo de Minerva apareció destrozado en el fondo de un barranco, en el interior de un jeep junto con sus dos hermanas, Patria y María Teresa, y el conductor del auto, Rufino de la Cruz.
En ese momento, las tres hermanas tenían entre 25 y 36 años, cinco hijos en total y contaban con una década de activismo político. Una cuarta hermana, Bélgica Adela Dedé Mirabal, quien murió en 2017, tenía un papel menos activo en la disidencia y logró salvarse.
Al año siguiente, en marzo de 1961, Trujillo fue asesinado, y los sicarios de Las Mariposas condenados a 30 años de cárcel, pero huyeron del país con la ayuda de grupos militares. El último de los asesinos confesos, Cruz Velorio, falleció a principios de abril último tras vivir décadas oculto.
Pasaron los años, pero las Mirabal quedaron cristalizadas en la memoria colectiva de activistas feministas que 21 años después, en 1981, llevaron a cabo el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en Bogotá, Colombia, y decidieron que cada 25 de noviembre se celebre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Dos años antes, en 1979, la Organización de Naciones Unidas (ONU) había conseguido la aprobación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, mientras que en 1999 la Asamblea General reconoció el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Las hermanas Mirabal siguen siendo un símbolo en la actualidad. Al momento de sus asesinatos, América Latina asistía a un proceso de levantamientos populares contra las dictaduras de la región que impulsaron también la creación de un gran movimiento en República Dominicana.
En ese contexto, un año antes de los homicidios, en 1959 se creó la Agrupación 14 de junio, que fue presidida por Tavares, esposo de Minerva, y donde las hermanas Mirabal eran conocidas como Las Mariposas.
Todos los integrantes de la organización fueron detenidos y más de un centenar fue torturado y perdió la vida. Entre ellos figuraban varios miembros de las familias más reconocidas de la isla, lo que aumentó la presión social ante el régimen de Trujillo. Quienes recuperaban su libertad, sin embargo, eran sometidos a vigilancia gubernamental y acoso policíaco.