MercoPress. South Atlantic News Agency
Bolsonaro mantiene en vista la agenda nacional desde Roma
“Le toca al G20 hacer esfuerzos adicionales para producir vacunas”, dijo Bolsonaro, quien no tomará ninguna de ellas. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó duramente este sábado los recientes movimientos de la Bolsa de Valores de Brasil y dijo que tenía un Plan B en caso de que la Cámara Baja no estuviera de acuerdo con las propuestas presupuestarias presentadas recientemente por el Ejecutivo.
“Soy paracaidista, siempre llevo un paracaídas de repuesto”, declaró. “Los que razonan y tienen inteligencia siempre tienen un plan B”, agregó, sin precisar cuál era su alternativa.
Bolsonaro hizo esas declaraciones frente a la Embajada de Brasil en Roma, donde asiste a la Cumbre del G20.
El mandatario se refería a los ajustes presupuestarios propuestos por su administración para incrementar los subsidios y ayudas sociales a familias y grupos que han perdido sus fuentes de ingresos por las medidas restrictivas impuestas a raíz de la pandemia de COVID-19.
Pero la votación sobre estos temas ha sido pospuesta una y otra vez por la Legislatura. Incluso si logra pasar por la Cámara de Diputados, no está claro si el proyecto de ley de presupuesto sería aprobado en el Senado. De ahí la necesidad de Bolsonaro de un plan alternativo.
“Brasil hizo su tarea [durante la pandemia], no escatimó esfuerzos para ayudar a los más necesitados”, dijo Bolsonaro a sus colegas del G20. Y ahora el objetivo es “invertir en la recuperación de la economía”.
El presidente insistió en que los inversores deben entender que si el país está mal, ellos [los inversores] también lo estarán“.
En el G20, Bolsonaro pidió asimismo a los líderes mundiales “esfuerzos adicionales” en la producción de vacunas contra la COVID-19, aunque insistió en que no tomaría ningún medicamento. También ha sido acusado de difundir noticias falsas sobre la enfermedad y sus posibles tratamientos.
”Para Brasil, los esfuerzos del G20 deben enfocarse en combatir la pandemia actual, que continúa devastando a muchos países. Creemos, por lo tanto, que le corresponde al G20 hacer esfuerzos adicionales para producir vacunas, medicamentos y tratamientos en países en desarrollo“, señaló Bolsonaro.
Sin embargo, Bolsonaro ha criticado desde el inicio de la pandemia la vacunación, además de promover grandes concentraciones de personas, rechazar el uso de mascarillas y recomendar medicamentos no avalados por la Organización Mundial de la Salud para tratar la enfermedad.
También el sábado, Bolsonaro sostuvo una charla informal con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante la cual el líder sudamericano afirmó que tenía un apoyo popular ”muy grande“ en su país de origen, lo cual -como los medios brasileños se apresuraron a señalar- no coincide con las recientes encuestas de opinión.
Bolsonaro también dijo a Erdogan a través de un traductor que la petrolera estatal Petrobras era ”un problema“ y que estaba bajo ataque permanente por parte de la prensa. Subrayó, además, que la economía de su país se estaba ”recuperando bastante fuerte”.
Según una encuesta de opinión de PoderData publicada la semana pasada, el rechazo al gobierno de Bolsonaro es del 58%, mientras que DataFolha lo calificó en el 53% en septiembre. En ambas encuestas, el apoyo a Bolsonaro es de solo del 20% de la población.
