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Marginado de restaurantes en Nueva York, Bolsonaro come pizza en la calle

Martes, 21 de setiembre de 2021 - 09:25 UTC
Bolsonaro insiste en que será el último brasileño en recibir vacuna COVID-19 Bolsonaro insiste en que será el último brasileño en recibir vacuna COVID-19

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue fotografiado este domingo por la noche comiendo pizza en las calles de la ciudad de Nueva York después de que no se le permitiera ingresar a ningún restaurante local por no estar vacunado contra el COVID-19.

El jefe de estado de 66 años participará el martes en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En cualquier caso, su vida de hombre común mereció una cobertura de prensa mucho más amplia que su reunión de este lunes por la mañana con el primer ministro británico, Boris Johnson.

“Cena de lujo en Nueva York”, bromeó en Twitter el ministro de la Secretaría de la Presidencia de Brasil, Luiz Eduardo Ramos, con una foto de Bolsonaro disfrutando de una porción de pizza con otros miembros de su delegación. “Vamos por la pizza con Coca Cola”, escribió en Instagram el ministro de Turismo, Gilson Machado.

Es costumbre que el presidente de Brasil pronuncie el discurso de apertura en la Asamblea General de la ONU, aunque esta vez la presencia de Bolsonaro estuvo en duda debido a las regulaciones de salud de la ciudad de Nueva York que consideran al anfiteatro de la Asamblea General de la ONU como cualquier otro “centro de convenciones” y, por lo tanto, sujeto a las normas sanitarias locales que exigen un comprobante de vacunación para que las personas puedan pasar.

Pero el jueves pasado el presidente de la Asamblea General, Abdulla Shahid, escribió a los delegados de los estados miembros para precisar que bastaba con presentar un comunicado declarando que no eran portadores del virus (a través de la vacuna, una prueba negativa o la ausencia de síntomas).

Bolsonaro, que suele decir que ya está inmunizado después de haber sido infectado con coronavirus el año pasado, ha manifestado reiteradamente que será “el último brasileño” en recibir una vacuna anticovid, de la que ya se han aplicado 222 millones de dosis en su país.

Después de llegar a Nueva York el domingo por la noche, tuvo que usar la puerta trasera para entrar a su hotel para no encontrarse con manifestantes que gritaban “¡Fuera Bolsonaro!”

Bolsonaro, llegó a Nueva York sin estar vacunado, como lo exigen las autoridades locales y lo recomendado por Naciones Unidas, provocando la indignación del alcalde Bill de Blasio. “Debemos enviar un mensaje a todos los líderes del mundo, incluido y muy particularmente a Bolsonaro, de Brasil, que quien quiera venir debe vacunarse”, porque “todos debemos estar seguros juntos”, dijo de Blasio a la prensa tras exigir la semana pasada que todos los miembros de las delegaciones que participaron en la Asamblea General de la ONU fueran vacunados.

En la reunión del lunes por la mañana con el jefe de gobierno del Reino Unido, Bolsonaro se jactó una vez más: “Todavía no me han vacunado”, dijo entre risas mientras Johnson le aconsejaba el fármaco de AstraZeneca.

Para apaciguar a los neoyorquinos, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, tuvo que intervenir, argumentando que, dado el acceso desigual a las vacunas de los países en desarrollo, era prudente ser más permisivo con los visitantes extranjeros.