El canciller argentino saliente, Felipe Solá, se enteró durante una escala en El Salvador que sus servicios ya no serían necesarios, por lo que al aterrizar en México decidió presentar su renuncia y no asistir a la Cumbre de la Celac.
Enfurecido por la decisión del presidente Alberto Fernández, Solá optó por no asistir al evento multilateral, al que tampoco había concurrido el jefe de Estado debido a conflictos políticos internos.
Celac no tiene sede y no incluye a los tres países más grandes del continente: Estados Unidos, Canadá y Brasil. Y cuando Argentina parecía encaminarse a su presidencia pro tempore para suceder al mexicano Andrés Manuel López Obrador, Fernández faltó a la cita y echó nafta al fuego con la remoción de Solá, lo cual, sumado a críticas del presidente nicaragüense Daniel Ortega, detuvo lo que parecía ser una mera formalidad.
En esas circunstancias, México, que excepcionalmente ha estado a cargo de la Celac durante dos años en lugar del plazo habitual de un año, permanecerá en el cargo, en ausencia de las autoridades argentinas a las que respaldaba todo el grupo menos Nicaragua.
Solá se encontraba en la República de El Salvador -una de las tantas escalas que tuvo que hacer el pequeño avión de la Fuerza Aérea que lo transportaba- cuando recibió una llamada de Santiago Cafiero. Fue el Jefe de Gabinete saliente quien informó a Solá tanto de su destitución como de que él mismo se convertiría en su sucesor.
Solá aterrizó en México aún como canciller y fue recibido en el aeropuerto por su entonces colega local Marcelo Ebrard, pero sabiendo que iba a ser reemplazado, simplemente entregó su renuncia y no asistió a la Cumbre de Celac.
La Argentina estuvo en consecuencia representada por Juan Valle Raleigh, Secretario de Relaciones Exteriores para América Latina, quien hizo una larga presentación sobre las posiciones clásicas de Argentina y el peronismo.
Según fuentes de la Cancillería, Sola había tenido numerosas crisis y varias peleas personales con Alberto Fernández, pero se esperaba que su reemplazo llegara solo después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre.
Mientras tanto, el periódico Clarín informó durante el fin de semana que el nombramiento del jefe de gabinete saliente Santiago Cafiero como ministro de Relaciones Exteriores probablemente fuera una decisión transitoria y que éste también será reemplazado en noviembre por el actual embajador argentino en Washington DC, Jorge Argüello. o por el exvicepresidente Daniel Scioli, actual Embajador en Brasil.
Se espera que Cafiero y los nuevos ministros argentinos presten juramento el lunes. Posteriormente, se anticipan más cambios en el Palacio San Martín (edificio de la Cancillería en Buenos Aires).