Los partidarios de la oposición brasileña se reunieron el martes para organizar sus manifestaciones en al menos unas 160 ciudades de todo el país y expresar su disgusto por las celebraciones del Día de la Independencia del presidente Jair Bolsonaro en Brasilia y Sao Paulo. Los manifestantes presionaron por la destitución de Bolsonaro, ya sea por renuncia o juicio político.
Políticos de la oposición y varios medios de comunicación advirtieron que el jefe de Estado podría llevar a cabo un golpe de estado este martes, ya que se encuentra bajo investigaciones judiciales que podrían descalificarlo de una candidatura para un nuevo mandato el próximo año.
Bajo el lema La vida primero, el llamado Movimiento de los Excluidos se ha sumado a la campaña Fora Bolsonaro, que además de las manifestaciones en al menos 160 ciudades del país sudamericano, realizó algunas otras en el exterior.
Las protestas contra el presidente son convocadas por la Campaña Nacional Fora Bolsonaro, integrada por los frentes Povo Sem Fedo y Brasil Popular, además de partidos políticos, centrales sindicales y movimientos populares.
Las manifestaciones, que se desarrollaron bajo estrictos protocolos de salud que incluyeron máscaras protectoras, alcohol y distancia social, son la continuidad de una lucha iniciada en mayo de este año.
Mientras tanto, juristas brasileños han coincidido en que el discurso de Bolsonaro sobre el incumplimiento de las decisiones del juez del STF eran un desafío a la Constitución, por lo que el mandatario había incurrido en un delito de responsabilidad.
Gustavo Binenbojm, doctor en derecho y profesor en la Universidad Estatal de Río de Janeiro, dijo que “el discurso del presidente me parece claramente un discurso que amenaza la independencia y la armonía entre los poderes del gobierno.
Binenbojm agregó que el anuncio de Bolsonaro de que “ya no cumpliría con ninguna decisión del ministro Alexandre de Moraes, que ya no existe para el presidente de la República”, quien además “amenaza con incumplir las decisiones judiciales” constituye un “delito de responsabilidad del Presidente de la República”, que coloca al Jefe de Estado bajo los términos previstos en el artículo 85 de la Constitución, que hace referencia a “los actos del Presidente que violen la Constitución y, en especial, contra: el libre ejercicio del Poder Legislativo, del Poder Judicial, del Ministerio Público y de los Poderes Constitucionales de las unidades de la Federación; cumplimiento de las leyes y decisiones judiciales... .
El ex juez del STF Celso de Mello también entiende que Bolsonaro atacó la independencia del poder judicial. Este comportamiento de Bolsonaro revela la figura sombría de un gobernante que no se avergüenza de faltar al respeto y vilipendiar el sentido esencial de las instituciones de la República. Es necesario, por eso mismo, rechazar los ensayos autocráticos y los gestos e impulsos de subversión de la institucionalidad practicada por quienes ejercen el poder, dijo.
En su discurso del martes en San Pablo, Bolsonaro afirmó que ya no cumpliría con las decisiones de De Moraes y habló mal del magistrado, de otros miembros del STF y de gobernadores y alcaldes que tomaron medidas contra la pandemia de coronavirus.
“Decirles que cualquier decisión que tome el señor Alexandre de Moraes, este presidente ya no la cumplirá. La paciencia de nuestro pueblo ya se agotó, aún le queda tiempo para pedir su gorra y seguir con su propia vida. Para nosotros, ya no existe”.
De Moraes presidirá el Tribunal Superior Electoral (TSE) el próximo año cuando Bolsonaro buscará la reelección contra el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva.
La paciencia de nuestro pueblo se ha agotado. Creemos y queremos la democracia. El alma de la democracia es el voto. No podemos aceptar un sistema electoral que no brinde ninguna seguridad. Queremos elecciones limpias, democráticas, con un voto auditable y conteo público de votantes. No podemos tener elecciones donde haya dudas sobre los votantes. Yo no puedo participar en una farsa como ésta, patrocinada por el presidente del Tribunal Superior Electoral. Ya no admitiremos que personas como Alexandre de Moraes sigan arremetiendo contra nuestra democracia y desconociendo nuestra Constitución. Tuvo todas las oportunidades para actuar con respeto a todos nosotros, pero no actuó de esa manera y sigue sin actuar”, dijo Bolsonaro.
No podemos admitir un sistema electoral que no ofrezca ninguna seguridad; en el momento de las elecciones. ... No será una persona de la Corte Superior Electoral quien nos diga que este proceso es seguro y confiable, agregó.
Bolsonaro también atacó a gobernadores y alcaldes que pidieron el aislamiento social como medida para prevenir la propagación del coronavirus. Pasaste por momentos difíciles con la pandemia, pero peor que el virus fueron las acciones de algunos gobernadores y algunos alcaldes que simplemente ignoraron nuestra Constitución y obstaculizaron la libertad de expresión, obstaculizaron el derecho de ir y venir, te prohibieron trabajar y asistir a templos e iglesias para tus oraciones”, dijo.
A principios de esta semana, Bolsonaro había presentado una solicitud de juicio político contra De Moraes ante el Senado, argumentando que éste y el juez Luis Roberto Barroso habían ido más allá de los límites de la Constitución.