El juez de la Corte Suprema Federal (STF) de Brasil Alexandre de Moraes ordenó este jueves la apertura de una nueva investigación penal contra el presidente Jair Bolsonaro, por supuestamente revelar documentos secretos de la Policía Federal en su campaña para desacreditar el sistema de votación electrónica.
De Moraes también había lanzado otro proceso contra Bolsonaro por difusión masiva de noticias falsas y ataques a instituciones democráticas.
Bolsonaro ha sostenido que las boletas electrónicas pueden ser manipuladas y presionó para que se establezca una nueva legislación que añada boletas en papel paralelas de manera que la votación pueda monitorearse fácilmente sin la necesidad de complejas habilidades informáticas.
Pero su moción fue rechazada a principios de esta semana por la Cámara de Diputados, lo que resultó en que el tema se archivara sin posibilidad de revisión este año.
El Presidente ha sostenido que en las condiciones actuales el fraude electoral era posible e incluso amenazó con que no habría elecciones en octubre de 2022. Brasil ha utilizado el sistema de votación electrónica desde 1996.
Para respaldar su postura, Bolsonaro publicó en redes sociales documentos secretos de la policía incluidos en una investigación sobre un ataque informático a los sistemas del Tribunal Superior Electoral (TSE) ocurrido en 2018.
En respuesta el TSE solicitó este lunes al STF que se investigue a Bolsonaro por su comportamiento, que puede constituir un delito por “revelar, sin justa causa, información secreta o reservada”.
De Moraes también incluyó al diputado bolsonarista Filipe Barros y al comisionado Vitor Feitosa, quien estuvo a cargo de la investigación filtrada. Los datos nunca podrían haber sido divulgados sin la debida autorización judicial, dijo en su decisión De Moraes, quien también es miembro del TSE.
El juez ordenó asimismo la suspensión de Feitosa y la supresión de los enlaces publicados por Bolsonaro para que cualquier usuario pudiera descargar las denuncias del caso que se desarrolló bajo secreto sumario y que involucró la presunta existencia de “milicias digitales” de extrema derecha que utilizan las redes para socavar la imagen de la democracia, en lo que el propio Bolsonaro también aparece como sospechoso.
Bolsonaro ha afirmado públicamente que el TSE buscaba favorecer al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, un claro favorito para las elecciones del próximo año sobre el actual jefe de Estado.