La Royal Navy retiró a última hora del jueves dos naves de guerra de las aguas alrededor de la Isla de Jersey, lo que alivió las tensiones con Francia por los derechos de pesca que había derivado en un virtual sitio naval por parte de pesqueros franceses en reclamos de derechos que se han reestructurado a partir del Brexit.
El HMS Severn y el HMS Tamar habían sido enviados para monitorear la situación en apoyo inquebrantable a Jersey, como había dicho el primer ministro británico, Boris Johnson.
Venimos hoy porque siempre hemos pescado en las aguas de allí. Siempre hemos pescado aquí, y luego, de la noche a la mañana, nos quitan todos nuestros derechos de pesca, dijo a la Agencia France Presse el pescador francés Ludovic Lazaro.
Jersey es una Dependencia de la Corona, lo que significa que Gran Bretaña es responsable por la defensa de la isla. De allí el envío de los dos barcos de la Royal Navy que se mantuvieron a unos 20 kilómetros de distancia de los buques de guerra franceses Athos y Themis.
Dado que la situación está resuelta por ahora, las embarcaciones de patrulla marítima de la Royal Navy se prepararán para regresar al puerto en el Reino Unido, dijo el jueves Downing Street en un comunicado. Permanecemos en espera para brindar más asistencia a las solicitudes de Jersey.
Dimitri Rogoff, presidente de la asociación de pesca en la región francesa de Normandía, dijo que “la demostración de fuerza ha terminado. Ahora, es la política la que tiene que tomar el relevo”.
Según el acuerdo de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (Brexit), los pesqueros franceses que hayan operado frente a Jersey durante al menos 10 días al año entre 2017 y 2020 tienen derecho a seguir haciéndolo en el futuro, pero las autoridades de Jersey han adoptado un enfoque muy restrictivo para la acreditación de ese estatus, para el cual la bandera francesa por sí sola no es suficiente.
Ian Gorst, ministro de relaciones exteriores del gobierno de Jersey, explicó que “el nuevo acuerdo comercial posterior al Brexit es claro que debe proporcionarse evidencia de la naturaleza y el alcance de los derechos de pesca históricos”.
En represalia, la ministra francesa de asuntos marítimos, Annick Girardin, había amenazado el martes con cortar el suministro eléctrico de Jersey. En lo que respecta a Jersey, les recordaría, por ejemplo, el transporte de electricidad por cables submarinos.
El incidente puede haber terminado, pero la disputa ahora depende de Londres, París y Bruselas para desatar los nudos de estos tecnicismos. Es probable que las tensiones relacionadas con la pesca continúen mientras Gran Bretaña busca cumplir su promesa del Brexit de recuperar el control de sus aguas y fronteras. Pero será un trabajo duro para el gobierno británico, ahora a cargo de la presidencia del G7 y frente al expansionismo global de China y Rusia.
Hasta el momento, solo 41 pesqueros franceses han sido autorizados a operar en la zona sobre un total de 344 solicitudes, lo que provocó el despliegue de unas 50 naves frente a Saint Helier, la capital y puerto principal de Jersey, lo que constituyó un bloqueo de facto de la isla.