El Tribunal Constitucional (TC) de Chile rechazó este martes una solicitud del gobierno de Sebastián Piñera que buscaba desaprobar una ley del Congreso que autoriza un tercer retiro del 10 por ciento de los fondos de pensiones.
En una votación plenaria de 7-3, el TC no aceptó la impugnación de inconstitucionalidad y, por lo tanto, abrió el camino para la sanción final del proyecto que parece inevitable después de la luz verde del Senado la semana pasada.
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En otras palabras, la única forma de detener un tercer retiro del 10 por ciento de los fondos de pensiones es si Piñera decide vetarlo, lo que muchos en este momento ven como un suicidio político.
La decisión del TC provocó un revuelo inmediato. El senador Iván Moreira, de la derechista Unión Democrática Independiente (UDI), aseguró que esta es una gran derrota para el Gobierno, que tendrá que asumir graves consecuencias.
Moreira señaló que el ejecutivo no previó los efectos que podría tener haber enviado este proyecto al TC, aprobado con más de dos tercios en el Congreso Nacional, y advirtió que esto implicará incluso un cambio de gabinete.
La diputada socialista Maya Fernández pidió al presidente que no vete la norma y la firme, para que millones de chilenos puedan recibir el 10 por ciento de sus ahorros previsionales.
La diputada Camila Vallejo, del Partido Comunista, señaló que el fallo del TC es una gran derrota para el gobierno por parte de una institución tan cercana a La Moneda como el Tribunal Constitucional y consideró que Piñera debe firmar de inmediato la reforma aprobada por el parlamento.
La diputada Pamela Jiles del Partido Humanista, una de las impulsoras del proyecto de ley, subrayó que hoy es el fin del gobierno de Piñera, curiosamente de la mano de esa monstruosidad antidemocrática que es el TC. También dijo que “Piñera podrá seguir no sé cuánto tiempo en La Moneda, pero estará vegetando, será un adorno”.
Tras conocerse el fallo, se convocó de inmediato una reunión de emergencia del Comité Político desde el Palacio de La Moneda, encabezada por el mandatario, para tomar una decisión ante esta nueva situación.
Además de ser fuertemente criticada en su momento por casi todos los partidos políticos, incluido su propio partido gobernante, la solicitud presentada por Piñera al TC generó una ola de protestas en el país con cacerolazos, barricadas en las calles e incluso el llamado a una huelga general para el próximo viernes.
La Moneda acudió la semana pasada al TC con el objetivo de bloquearlo, con el pretexto de que el borrador era inconstitucional porque hipotecaba el futuro de los chilenos y dejaría sin fondos de pensiones a casi cinco de los 11.000.000 que cotizan en el sistema.