Alrededor de 200 millones de personas viven con enfermedad renal crónica, por lo que en este 2021 el Día Mundial del Riñón lleva como lema “Vivir bien con la enfermedad renal” para aumentar la educación y la conciencia sobre el manejo eficaz de los síntomas y el empoderamiento de las personas con estos padecimientos.
La enfermedad renal crónica (ERC) es definida por la National Foundation Kidney Disease Outcome Quality Initiative (NK/DOQI) como el daño que modifica la estructura y el funcionamiento de los riñones por más de tres meses.
Actualmente sigue siendo un problema de salud pública que afecta a 12.2% de personas en México y es una complicación asociada con personas con otras patologías como diabetes mellitus e hipertensión y enfermedades del corazón.
Ricardo Correa-Rotter, médico especialista en nefrología y jefe del Departamento de Nefrología y Metabolismo Mineral del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INNSZ), explica que la prevención es fundamental para reforzar hábitos saludables como una dieta balanceada, hacer ejercicio, revisar de manera constante los niveles de azúcar y presión arterial, tomar suficiente agua potable, no fumar y evitar la ingesta excesiva de medicamentos comunes.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en México, cada año, surgen 400,000 casos nuevos de diabetes, enfermedad que causa más de 70,000 defunciones anuales. De las personas que viven con diabetes, 34.4% son diagnosticadas con enfermedad renal crónica en etapas avanzadas.
A esto se suma que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la ERC ocupa el décimo lugar de mortalidad en México y es la segunda causa más importante de años de vida perdidos en América Latina.
Marisol Robles, presidenta de la Fundación Mario Robles Ossio, ha advertido que en cuanto una persona tiene un diagnóstico de enfermedad renal crónica es importante que esté en constante comunicación con sus médicos para tener la información correcta.
La continuidad en la atención y el control, así como el seguimiento de los hábitos saludables en la vida diaria, cobran mayor importancia cuando se tiene algún factor de riesgo o padecimiento asociado con la enfermedad renal crónica, dado que las personas suelen aparentar un buen estado de salud cuando esto no es así, razón por la cual la mayoría de los casos se diagnostican en etapas tardías, cuando las funciones renales se han deteriorado en un 70 por ciento.
El Día Mundial del Riñón se celebra cada segundo jueves de marzo. Su intención es promover el acceso asequible y equitativo a la educación sanitaria, la atención en salud y la prevención de las enfermedades renales.