El flamante presidente de Perú, Manuel Merino, designó este miércoles como primer ministro a Antero Flores Aráoz, un político conservador de larga trayectoria en el país quien en 2009 integró un gabinete que renunció tras la muerte de 34 indígenas y policías durante la represión a una protesta.
Hemos aceptado el reto de asumir la Presidencia del Consejo de Ministros. Hago un llamado a la unidad nacional. Vamos a cumplir con el cronograma electoral, reactivar la economía y darle la tranquilidad a la ciudadanía frente a la pandemia, anunció Flores Aráoz en su cuenta de Twitter.
La tarea que enfrentará su gabinete se centrará en la seguridad ciudadana, la pandemia, la economía y las elecciones, enumeró el flamante funcionario en declaraciones
Merino, quien asumió el cargo el martes, luego que el Congreso destituyera de la presidencia a Martín Vizcarra por incapacidad moral, le tomó el juramento como primer ministro en una ceremonia realizada en el palacio de gobierno, transmitida por la televisora estatal.
El gabinete ministerial que encabeza se designará en las próximas horas y juramentará el jueves.
La destitución de Vizcarra se produjo cuando ya estaban convocadas para el próximo 11 de abril, proceso electoral que Merino aseguró que será respetado.
La designación de Flores Aráoz, un abogado de 78 años, marca el retorno al primer plano de este político socialcristiano e identificado con el ala dura del conservadurismo peruano.
El primer ministro indicó que el momento actual exige practicar la 'realpolitik' y buscar un equilibrio entre las presiones populistas del Congreso y la realidad del país.
Flores Aráoz fue candidato presidencial en 2016 por su partido Orden, en unas elecciones donde quedó último entre 10 candidatos con 0,43% de los votos.
Entre 2007 y 2009 colaboró con el gobierno de Alan García (2006-2011), como embajador de Perú ante la OEA y luego como ministro de Defensa. Entre 1990 y 2006 fue parlamentario y presidió el Congreso en 2004.
En julio de 2009, como titular de Defensa integró el gabinete que renunció arrastrado por el escándalo que provocó la violenta represión a una protesta indígena que dejó 34 muertos: 24 policías y 10 nativos amazónicos.
En su trayectoria se labró fama de duro por cuestionar los juicios a militares por violaciones a los derechos humanos durante la guerra contra el terrorismo de Sendero Luminoso (1980-2000).
Por su parte, la Organización de los Estados Americanos (OEA) instó este miércoles al Tribunal Constitucional de Perú a pronunciarse sobre la legalidad de la destitución del presidente Vizcarra, en un comunicado emitido en Washington.
La secretaría general de la OEA reitera que compete al Tribunal Constitucional del Perú pronunciarse respecto a la legalidad y legitimidad de las decisiones institucionales adoptadas por el Congreso, indicó el organismo.