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Crece la demanda mundial por girasol, y los precios, y aumenta área plantada en Argentina

Martes, 29 de setiembre de 2020 - 08:00 UTC
“La campaña había comenzado bien, con buenas expectativas y un leve crecimiento del área: teníamos una intención de 1,8 millones de hectáreas”, dijo Salas Oyarzun “La campaña había comenzado bien, con buenas expectativas y un leve crecimiento del área: teníamos una intención de 1,8 millones de hectáreas”, dijo Salas Oyarzun

La creciente demanda mundial de aceite de girasol y la caída en la producción a causa de la sequía, impulsaron hacia arriba el precio de la oleaginosa y esto incentivó a los productores de la zona núcleo a aumentar el área sembrada.

“La campaña había comenzado bien, con buenas expectativas y un leve crecimiento del área: teníamos una intención de 1,8 millones de hectáreas”, dijo Juan Martín Salas Oyarzun, titular de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).

No obstante, Salas Oyarzun consignó que, “la sequía local en el norte del país -Chaco y norte de Santa Fe, el área más dinámica- impidió sembrar unas 300.000 hectáreas”.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de girasol en la región NEA finalizó sin poder incorporar la totalidad de las hectáreas proyectadas, con una superficie total estimada en 65.000 hectáreas, por la escasez de lluvias durante los últimos cinco meses que llevó a una caída interanual del área sembrada de 78,7%.

En el centro-norte de Santa Fe, si bien se pudo retomar la actividad tras las lluvias no se podrán cumplir los planes iniciales.

”La caída de casi un tercio de la producción argentina (tercer productor mundial) y una menor producción de Ucrania y Rusia (los dos principales jugadores del mercado), también por la sequía, recortó el cálculo de producción y calentó los precios internacionales”, indicó el titular de Asagir.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, Ucrania -el principal exportador mundial de aceite de girasol, con 56% de participación en las ventas totales- se enfrenta a un virtual estancamiento en el área sembrada del cultivo, con rindes difícilmente superables (en las últimas tres campañas); y por otro lado, se espera un crecimiento futuro en el consumo mundial de aceite de girasol.

El titular de Asagir precisó que “el precio ofrecido al productor creció desde los US$ 230 o US$ 240 por tonelada en las pocas operaciones de futuros que se registraron en marzo pasado, hasta alcanzar en los últimos días valores cercanos a US$ 300”.