La creciente demanda mundial de aceite de girasol y la caída en la producción a causa de la sequía, impulsaron hacia arriba el precio de la oleaginosa y esto incentivó a los productores de la zona núcleo a aumentar el área sembrada.
Argentina tendrá esta campaña la mayor producción de girasol de la última década, con una cosecha estimada en 4 millones de toneladas, como resultado del trabajo conjunto de todos los actores que componen la cadena y que está orientado a optimizar los niveles de comercialización, informó la Secretaría de Agroindustria en Buenos Aires.