La siembra de trigo en Argentina finalizó con una superficie total implantada de 6,5 millones de hectáreas, un 1,5% menos que en la campaña anterior, en un contexto de marcada sequía en zonas de la región centro y norte del área agrícola nacional que podrían afectar la evolución de los granos, informó este jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
Así, la superficie sembrada con el cereal se ubicó 100.000 hectáreas por debajo de lo implantado en la campaña 2019/20 y 300.000 hectáreas menos respecto de las primeras estimaciones realizadas por la entidad, debido principalmente a la sequía que afecta a la región centro y norte del país.
A pesar de esta baja en el área sembrada, la actual campaña se posiciona como la tercera más importante en superficie de los últimos 20 años al igualar la marca de la 2000/01 y solo por debajo de la anterior y de la del ciclo 2001/02, cuando se sembraron 7 millones de toneladas.
Más allá de la marca registrada, las actuales condiciones de crecimiento y desarrollo son desfavorables sobre todo para los cuadros implantados al centro y norte del área agrícola, ya que el escenario de déficit hídrico que se mantiene desde mediados de marzo, se ve agravado por la ocurrencia de heladas frecuentes e intensas, pudiendo generar daños irreversibles en los cuadros más desarrollados, advirtió la entidad.
Durante el último fin de semana se registraron heladas de variable intensidad que alcanzaron prácticamente a toda el área agrícola nacional, con temperaturas de hasta 8 grados bajo cero en algunos sectores de la zona centro, afectando sembrados que transitan estados críticos de desarrollo.
En el norte de Argentina el cultivo se encuentra en una etapa de llenado de grano bajo condiciones de sequía y los primeros sondeos de expectativas de rinde alertan sobre posibles mermas de hasta 50% del potencial, sin descartar incluso pérdidas mayores.
En paralelo, sobre el centro del área productiva, el cereal presenta bajo porte y demoras en el desarrollo debido a la falta de agua, a lo que se sumaron heladas en Córdoba y Santa Fe, las cuales han causado los mayores daños en lotes de ciclos cortos que poseen menor enraizamiento.
Bajo este panorama, la entidad rosarina redujo su proyección de producción de 22 millones de toneladas a principio de las labores de siembra a 18 o 19 millones de toneladas sobre una superficie de 6,5 millones de hectáreas, 500.000 hectáreas menos a la previstas en marzo.