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Estado de Amazonas en Brasil desbordado por COVID-19: sólo caos y cadáveres

Viernes, 24 de abril de 2020 - 08:43 UTC
En Manaos morían en promedio entre 20 y 30 personas al día, pero la cifra subió a “más de 100” diarias y colapsó el deficitario sistema de salud en plena pandemia En Manaos morían en promedio entre 20 y 30 personas al día, pero la cifra subió a “más de 100” diarias y colapsó el deficitario sistema de salud en plena pandemia

En el mayor cementerio de Manaos, la capital del estado de Amazonas en Brasil, los ataúdes han comenzado a ser depositados en fosas comunes. Los servicios funerarios no dan abasto y los hospitales públicos han entrado en colapso ante el aumento de muertes y casos por coronavirus.

En Manaos morían en promedio entre 20 y 30 personas al día, pero la cifra subió a “más de 100” diarias y colapsó el deficitario sistema de salud en plena pandemia del COVID-19, que está llegando a las alejadas comunidades indígenas de este estado de 1.5 millones de km2 (casi tres veces España).

”Las personas están muriendo en su casa (...), algunas tal vez porque no tuvieron asistencia“ médica, agrega el alcalde, quien sospecha que ”en el fondo fue el COVID-19 el causante de esos decesos“.

Las cifras oficiales hablan de 2,270 casos confirmados y 193 muertes en Amazonas, pero el movimiento en el mayor camposanto de Manaos demuestra que las cifras son mucho mayores que las que recogen las estadísticas del gobierno regional, como advierte el propio alcalde.

Brasil es el país latinoamericano con mayor número de muertos y contagios: más de 2,900 y más de 45,000, respectivamente. Cifras que según expertos podrían ser hasta 15 veces superiores y que no reflejan la realidad por la falta de exámenes para el COVID-19

Desde hace días las excavadoras avanzan en el cementerio para abrir trincheras con la que hacer frente al aumento de víctimas, mientras que en los hospitales de Manaos funcionarios equipados con trajes blancos, máscaras y guantes trasladan sin pausa los cuerpos sin vida de pacientes que han fallecido por el COVID-19.

El aumento de casos en Manaos ha empujado al abismo a los hospitales, que instalaron cámaras frigoríficas en camiones para conservar los cadáveres. Los frigoríficos fueron instalados recientemente después de que salieran a la luz imágenes del interior de un hospital en las que aparecen enfermos del COVID-19 siendo atendidos a escasos metros de cadáveres.

En el cementerio público Parque Taruma están abriendo fosas comunes para enterrar a las víctimas del COVID-19; por disposición de la alcaldía, un máximo de cinco familiares pueden dar un breve y último adiós a sus seres queridos.

”Estamos haciendo un trabajo duro para enterrar personas. Ya tuvimos sepultureros enfermos, que contrajeron coronavirus, algunos no saldrán con vida“, lamenta el alcalde de Manaos, que ha pedido más recursos al gobierno de Jair Bolsonaro para atender la emergencia. ”Es una lucha muy grande, muy dura“, afirma.

Por ello, Virgílio Neto también ha pedido auxilio a los países europeos para salvar ese estado y su ”principal patrimonio“, la selva amazónica, que durante meses estuvo en el centro de la agenda internacional ante el aumento de la deforestación y los incendios.

”Pueden ayudar con recursos, con remesas de medicamentos, envío de tests rápidos, equipos de protección, porque muchos médicos están trabajando sin equipos (...)”, aclara.

 

Categorías: Ciencia y salud, Política, Brasil.