A pedido de la Procuraduría General, el Supremo Tribunal Federal de Brasil autorizó este martes abrir una investigación sobre la manifestación que encabezó el domingo el presidente Jair Bolsonaro y en la que se pidió una intervención militar de los poderes Legislativo y Judicial.
El magistrado Alexandre de Moraes aceptó un pedido presentado por el procurador general de Brasil, Augusto Aras, para investigar una posible violación de la Ley de Seguridad Nacional en la protesta que exaltó la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985, y pidió una nueva intervención militar.
Asimismo, el magistrado destacó la necesidad de verificar la existencia de organizaciones y tramas de financiación de manifestaciones contra la democracia, ya que, recordó, la Constitución brasileña no permite la financiación y propagación de ideas contrarias al orden constitucional y al Estado Democrático.
El domingo, cientos de personas se manifestaron frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia a favor de Bolsonaro y en contra las medidas de aislamiento adoptadas por diversos gobernadores -y apoyadas por el Congreso y la Justicia-para frenar el avance del coronavirus, que ya dejó 2.741 muertos y 43.079 casos positivos, según informó el Ministerio de Salud.
Los manifestantes invocaron, con gritos y carteles, la vuelta del llamado Acto Institucional 5 (AI-5), instaurado en 1968 por el régimen militar, que marcó el inicio del periodo más violento de la represión de la dictadura que gobernó Brasil por 21 años.
El propio mandatario participó de estos actos, sin mascarilla ni guantes, y afirmó que su gobierno no quiere negociar nada, declaraciones que fueron rechazadas por varios sectores, entre ellos la mayoría de los gobernadores del país, jueces y congresistas.
Las tensiones entre Bolsonaro y las autoridades de los otros poderes y líderes de otras fuerzas antes aliadas no son nuevas.
Pero la crisis sanitaria desatada por el coronavirus y la subestimación de la pandemia por parte del mandatario, marcaron un nuevo hito en las escalada política, que sumó más dirigentes que se oponen la gestión de salud del mandatario.
De Moraes consideró que la protesta del domingo fue gravísima, pues atentó contra el Estado Democrático de Derecho brasileño y sus instituciones republicanas.
El magistrado señaló que la Constitución brasileña no permite la realización de manifestación visando la ruptura del Estado de Derecho.
Son inconstitucionales y no se confunden con la libertad de expresión, las conductas y manifestaciones que tengan la nítida finalidad de controlar o incluso aniquilar la fuerza del pensamiento crítico, señaló el de Moraes citado en el comunicado.
La decisión de Moraes también determina que la investigación deberá realizarse bajo secreto de sumario.