La vicepresidenta argentina Cristina Kirchner reveló durante la presentación de su libro Sinceramente en Cuba, por qué no quería saludar a Mauricio Macri durante la ceremonia de traspaso de mando donde asumió la Presidencia Alberto Fernández. Me parecía un gesto de hipocresía, explicó.
Quiero contar la historia verdadera, manifestó Cristina ante el público presente en La Feria del Libro de La Habana y allí recordó lo que le pasó el 10 de diciembre en el Congreso cuando Macri se acercó a saludarla y ella cambió su cara de alegría por una notoria seriedad: Cuando me extendió la mano, debo ser sincera, no es que puse esa cara, ¡me salió! Pero, voy a explicar por qué. Cuando me extendió la mano, quiero contarles que por un instante pensé en no dársela, expresó.
La verdad que no se la quería dar, porque no soy hipócrita. Después de todo lo que había hecho contra mí y mi familia me parecía casi un gesto de hipocresía. No soy de las personas de que si no te quiero te hago una sonrisita y te abrazo. No me gusta fingir. Me respeto a mí misma. La cuestión es que cuando me extiende la mano yo pensaba 'se la doy, no se la doy, ¿qué van a decir?, esto mañana va a ser un escándalo, es una bruja'. Entonces agarré y le dí la mano al final pero mientras pensaba todo eso la cara se me iba transformando, ese es el resultado de la cara, completó entre risas.
Asimismo, la miembro del Frente de Todos comparó: ”En mi país hay muchos admiradores de lo que pasa en el gran país del norte, siempre lo ponen como modelo de lo que hay que hacer. Y resulta que en el discurso de (Donald) Trump el otro día, estaba la líder de los demócratas, Nancy Pelosi, y Trump no solo no le da la mano, le da vuelta el cuerpo y la cara. ¿Y qué hizo Pelosi?, le rompió el discurso. ¿Ustedes se imaginan eso en la Argentina, si yo hubiera agarrado el bastón y lo hubiera tirado? ¿Ustedes escuchaban algún comentario acerca de la grieta en Estados Unidos?¿ Se dan cuenta lo tilingo que somos los argentinos? Y me incluyo.
Todos tenemos algo de eso aún los que nos creemos bien formados. A nosotros nos hubieran descomulgado si hacíamos algo así. Yo me siento orgullosa de pensar lo que pienso y ser como soy. Quería decir esto sobre la famosa grieta, si hay grieta en Argentina, en Estados Unidos no se qué hay”, concluyó la vicepresidenta.