El jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, a quien casi 60 países reconocen como Presidente encargado, descartó este domingo volver a una mesa de negociaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro luego del fracaso del último proceso de diálogos políticos que concluyó sin acuerdos a mediados de año.
”Hace tres meses que (el proceso de negociaciones) está muerto, que ellos lo mataron, salieron corriendo, dijo Guaidó a periodistas durante una rueda de prensa en Caracas en referencia a las llamadas negociaciones de Oslo, que auspiciaba el Gobierno de Noruega.
Mataron ese mecanismo, la opción de Venezuela es protestar, ejercer la ciudadanía, añadió el líder del Legislativo. Guaidó reaccionó de esta manera luego que Maduro asomara en una entrevista difundida esa misma jornada que la mesa de negociaciones de Oslo podría ser relanzada porque los enlaces entre su Gobierno y la oposición se mantienen vivos.
La delegación de la oposición guaidocista, del G4 -en alusión a los 4 partidos más importantes de la oposición- viajó a Europa y se reunió esta semana con los representantes de Noruega, los enlaces de Oslo se mantienen vivos con el Gobierno de Noruega y la oposición, dijo el Mandatario tras aseverar que mantiene un diálogo permanente con sus detractores.
Pero Guaidó dijo que estas declaraciones de Maduro son un intento por confundir a los opositores, que ayer regresaron a las calles y se declararon en protesta sostenida hasta forzar un cambio de Gobierno. Si quiere utilizar para confundir cualquier elemento, bueno, que confunda a los suyos (...), la solución es que (Maduro) se vaya definitivamente, que tengamos elecciones presidenciales realmente libres”, dijo Guaidó.
Venezuela atraviesa por la mayor crisis política de su historia moderna desde enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años que no reconocen la oposición y buena parte de la comunidad internacional. La Administración de Guaidó cuenta con el respaldo de los principales Gobiernos de la región y de Estados Unidos, mientras que Maduro, el poder desde 2013, ha encontrado apoyo internacional en Rusia y China.