Se acaba el conflicto en Ecuador. El domingo el Presidente Lenín Moreno y el movimiento indígena llegaron a un acuerdo tras entablar una mesa de diálogo en Quito, con lo que le ponen fin a once días de violentas movilizaciones en todo el país.
A través de su cuenta de Twitter, el Mandatario celebró el convenio al que llegaron ambas partes, y que incluye la anulación del polémico paquetazo que su administración acordó con el FMI.
Una solución para la paz y para el país: el Gobierno sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan. ¡Se recobra la paz y se detienen el golpe correísta y la impunidad!, señaló Moreno.
El decreto en cuestión contenía el término de los subsidios estatales a los combustibles, lo que disparó el precio del diésel y las bencinas en más de un 120% desde su entrada en vigor. Este era el punto que más rechazo generaba en el mundo indígena, por lo que su derogación le abrió la puerta a un acuerdo que promete terminar con la violencia que se ha desatado en las calles de Ecuador durante las últimas jornadas.
El titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Jaime Vargas, que lideró las manifestaciones, confirmó que se levanta la medida de hecho en cada uno de nuestros territorios.
En tanto, Arnaud Peral, coordinador de la Naciones Unidas (ONU) en Ecuador -organismo que medió entre ambas partes- explicó que como resultado del diálogo se establece un nuevo decreto que deja sin efecto el decreto 883, para lo cual se instala una comisión que elaborará este nuevo documento.
Con este acuerdo se terminan las movilizaciones y medidas de hecho en todo el Ecuador y nos comprometemos de manera conjunta a restablecer la paz en el país, agregó.
Se espera que el nuevo decreto se redacte con la colaboración de representantes del movimiento indígena, quienes durante las conversaciones de esta jornada se mostraron abiertos a formar parte del proceso. Las manifestaciones violentas manifestaciones que se registraron estos días en Ecuador dejaron en total siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos, según la Defensoría del Pueblo.