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Campaña presidencial de Bachelet en Chile también habría recibido fondos de empresas brasileñas

Martes, 17 de setiembre de 2019 - 09:21 UTC
Según reveló Folha de Sao Paulo, el presidente de OAS, Pinheiro mencionó a Lula como mediador de negocios ante los gobiernos de Costa Rica y Chile Según reveló Folha de Sao Paulo, el presidente de OAS, Pinheiro mencionó a Lula como mediador de negocios ante los gobiernos de Costa Rica y Chile

En medio de la investigación por el caso Lava Jato, que indaga una amplia red de corrupción entre políticos y empresas contratistas de Brasil, el empresario Léo Pinheiro reveló en su declaración judicial que la empresa que dirigía, la constructora OAS, financió ilegalmente la campaña presidencial del Michelle Bachelet en 2013, a petición del ex Mandatario Lula da Silva.

En el marco del acuerdo de delación negociado con el Ministerio Público, según reveló el diario Folha de Sao Paulo, Pinheiro mencionó al ex Presidente brasileño como intermediador de negocios entre la mencionada compañía y los Gobiernos de Costa Rica y Chile, así como también reveló una supuesta injerencia en otros países como Bolivia y Guinea Ecuatorial.

En el caso de Chile, Pinheiro -quien se encuentra detenido desde 2016- afirmó que la empresa brasileña estaba tratando de establecerse en 2013, al sumarse al consorcio que buscaba construir un puente en el canal de Chacao, proceso iniciado durante el Gobierno de Sebastián Piñera, pero que se concretaría en la administración posterior.

Se trataba de un año electoral, donde la abanderada de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, era la favorita para volver a La Moneda. En ese sentido, según el testimonio revelado por Folha, OAS temía perder el contrato con el cambio de Gobierno, inquietud que le hicieron ver a Lula. El ex Mandatario les respondió que habló del tema con el ex Presidente Ricardo Lagos, quien a su vez le habría garantizado que la empresa constructora continuaría con la concesión.

Asimismo, Pinheiro aseguró que Lula le pidió dinero para financiar la campaña de Bachelet, a modo de asegurar la concesión. Es así como, según el empresario, la compañía brasileña pagó unos 10 millones de dólares “en interés de la campaña de Bachelet”. Dicho monto, indicó, se entregó mediante un contrato ficticio con la compañía Martelli y Asociados una vez finalizada la campaña. Sin embargo, luego de que estallara el caso Lava Jato en Brasil y se indagara la injerencia de OAS, la empresa constructora se retiró de la concesión en el canal de Chacao.

De acuerdo con Folha, Léo Pinheiro también reveló participaciones de su empresa en otros países, con la intervención de Lula. Ese fue el caso de Bolivia donde, de acuerdo con el ex directivo, OAS se adjudicó la construcción de una vía entre las ciudades de Potosí y Tarija en 2003 a petición del líder del PT, cuyo Gobierno en ese momento tenía diferencias con la administración de Evo Morales.

No se trataba de un proyecto fácil, ya que éste había sido iniciado en 2003 por Queiroz Galvao, empresa que se entrampó en un conflicto con el Gobierno boliviano, rompiendo el contrato en 2007. Esto abría un impasse diplomático que Brasilia quería evitar.

De esta forma, Pinheiro aseguró que el entonces Presidente brasileño le prometió a OAS la obtención de otro contrato en Bolivia como compensación por tomar un proyecto problemático. Otro caso citado por el ex presidente de OAS fue la intervención de Lula en Costa Rica. En 2011, el ex Mandatario fue contratado por la empresa brasileña, mediante el pago de 200 mil dólares, para una conferencia, y gestionó un encuentro entre Pinheiro y el ex jefe de Estado costarricense Óscar Arias.

Asimismo, el empresario se reunió con la entonces Presidenta Laura Chinchilla para negociar la obtención de concesiones públicas, negocio que se concretó. Léo Pinheiro es sindicado como uno de los responsables de OAS en una enorme trama de corrupción que incluye la entrega de un tríplex por parte de la constructora al ex Presidente Lula, hecho por el que el ex gobernante fue condenado a nueve años de presidio, pena que está cumpliendo en un recinto penal de Curitiba.