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Bolsonaro se juega entero por Macri en octubre y anticipa rever Mercosur si gana la banda de Cristina Kirchner

Martes, 13 de agosto de 2019 - 06:55 UTC
“No se olviden de lo que, más al sur, ha pasado en las elecciones de ayer. La banda de Cristina Kirchner que es la misma de Dilma Rousseff dio señales de vida” “No se olviden de lo que, más al sur, ha pasado en las elecciones de ayer. La banda de Cristina Kirchner que es la misma de Dilma Rousseff dio señales de vida”
“Pueblo gaúcho, si esa gentuza de izquierdas vuelve en Argentina, nuestro Río Grande do Sul podrá convertirse en un nuevo Estado de Roraima”, agregó “Pueblo gaúcho, si esa gentuza de izquierdas vuelve en Argentina, nuestro Río Grande do Sul podrá convertirse en un nuevo Estado de Roraima”, agregó

La contundente victoria de Alberto Fernández y el peronismo en elecciones primarias argentinas el domingo se metió de lleno en el debate político brasileño. En Twitter el tema estaba entre los más comentados desde se conocieron los resultados, con la izquierda celebrando la victoria como si fuera suya y el lamento de los liberales.

Argentina y Brasil tienen economías interdependientes y el mercado siguió la tendencia internacional: el dólar subió 1% frente al Real (la mayor caída de la moneda brasileña en tres meses) y las acciones negociadas en la Bovespa de São Paulo bajaron otro 2%. La reacción más explosiva y extrema la dio el presidente Jair Bolsonaro quien siempre ha respaldado públicamente la reelección de Mauricio Macri, y el lunes dobló la apuesta.

“No se olviden de lo que, más al sur, en Argentina, ha pasado en las elecciones de ayer. La banda de Cristina Kirchner que es la misma de Dilma Rousseff, de Hugo Chávez, de Fidel Castro, dio señales de vida”, dijo el jefe de Estado durante un evento en Pelotas, municipio del Estado de Río Grande do Sul, uno de los que hace frontera con Argentina.

“Pueblo gaúcho, si esa gentecilla de izquierdas vuelve en Argentina, nuestro Río Grande do Sul podrá convertirse en un nuevo Estado de Roraima”, ha añadido, en referencia al estado de norte de Brasil que hace frontera con Venezuela y que ha recibido a cientos de miles de refugiados en los últimos años.

El presidente conservador también pidió a sus asesores una evaluación de la derrota de Macri para definir cómo Brasil se va a posicionar, según ha publicado el diario O Globo. Los miembros más radicales de su Gabinete ya defienden, según O Globo, que el gigante sudamericano replantee su participación en el Mercosur, el cual viene de firmar un acuerdo de cooperación y comercial con la Unión Europea. Los asesores han recordado que Bolsonaro siempre se mostró contrario al bloque sudamericano, pero que revisó su opinión después que se acercó a Macri.

Empero miembros más cuidadosos de su gabinete defienden que se espere el resultado final de las elecciones de octubre y se evite posicionarse de manera precipitada. China es el principal socio comercial de Brasil, pero en tercer lugar está Argentina, principal comprador de los productos manufacturados brasileños.

El secretario de comercio exterior, Lucas Ferraz, admitió públicamente que la reelección de Macri es vista como algo positivo por el ministerio de Economía y facilitará la reforma del Mercosur y su apertura comercial. Si finalmente gana Fernández en las generales de octubre, entonces Brasil podrá abrirse unilateralmente a los mercados internacionales, afirmó el secretario.

“Discutiríamos la flexibilización de las normas del bloque, lo que permitiría que Brasil siguiera solo y acabaría con el arancel externo común. Pero no supondría el fin del área de libre comercio”, aseguró.

Para el politólogo Fernando Luiz Abrucio, Bolsonaro está creando problemas incluso si gana el candidato de Juntos por el Cambio, algo que parece cada vez más improbable. “Brasil seguirá teniendo una bronca con otra mitad de Argentina. Se trata de un conflicto con un mercado fundamental para nuestras exportaciones”, explica el experto. “Puede suponer, por ejemplo, un boicot de parte del país a nuestros productos. Los empleos de la industria automotriz dependen bastante de que nos sigan comprando”.

Según Abrucio, las declaraciones de Bolsonaro suponen también un error político, al no separar la política interna y la diplomacia. “Alguien le tiene que decir que Argentina funciona al ritmo de la rivalidad River-Boca y que su belicismo puede incluso darle más votos a Alberto Fernández”.

El discurso de Bolsonaro supone también un profundo cambio en la propia diplomacia de Itamaraty. Brasil incrementó su poder en Latinoamérica durante los últimos 30 años, desde José Sarney, el primer civil a ocupar la presidencia después de la dictadura militar, hasta Michel Temer. Y lo hizo “respetando a los otros países” y conquistando “un liderazgo” en la región, explica Abrucio. “Bolsonaro está rompiendo con esa política exterior parsimoniosa, una tradición nuestra”.