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Disputa judicial en EE.UU. entre productores y veganos por la definición de carne y leche

Miércoles, 3 de julio de 2019 - 14:30 UTC
Las industrias cárnicas y lácteas, de la mano de legisladores, han promovido leyes que restringen la manera en que se etiquetan esos productos Las industrias cárnicas y lácteas, de la mano de legisladores, han promovido leyes que restringen la manera en que se etiquetan esos productos
Argumentan que los alimentos solo pueden llamarse “leche” si son resultado de la lactancia y “carne” si vienen de un animal sacrificado. Argumentan que los alimentos solo pueden llamarse “leche” si son resultado de la lactancia y “carne” si vienen de un animal sacrificado.
Los sustitutos de la carne basados en vegetales están creciendo rápidamente, con un aumento de las ventas minoristas de 10,3% a US$895 millones en doce meses Los sustitutos de la carne basados en vegetales están creciendo rápidamente, con un aumento de las ventas minoristas de 10,3% a US$895 millones en doce meses

Para los veganos, las cosas nunca han sido mejores en Estados Unidos: este 4 de julio, el Día de la Independencia, podrán asar hamburguesas, salchichas y chorizos hechos totalmente a base de vegetales. Y no solo eso: los podrán aderezar con mayonesa sin huevo y queso sin lácteos, para después quizás terminar con una copa de helado 100% libre de ingredientes de origen animal.

El problema es que no todos están contentos con eso. Estado por estado, las industrias cárnicas y lácteas, de la mano de legisladores, han promovido leyes que restringen la manera en que se etiquetan estos productos en las tiendas, argumentando que los alimentos solo pueden llamarse “leche” si son resultado de la lactancia y “carne” si vienen de un animal sacrificado.

Algo muy similar a las disputas que se han dado en Chile en el sector lácteo, cuando a fines de 2017 la Asociación Gremial de Productores de Leche de la Región de Los Ríos (Aproval), presentó una denuncia contra dos supermercados por la comercialización de productos líquidos de origen vegetal bajo el rotulado de “leche”.

Así, el tema de la denominación “carne” en Estados Unidos es un nuevo capítulo a años de creciente resistencia de la industria láctea frente a la explosión de leches hechas de soja, almendras, avena y una variedad de otros ingredientes. ¿La diferencia? Ahora, la industria “plant based” (basada en plantas) está contraatacando.

El lunes, el fabricante vegano de carne “Upton's Naturals Co.” y Plant Based Foods Association -una asociación comercial- demandaron al gobernador de Mississippi, Phil Bryant del Partido Republicano, y al comisionado de agricultura y comercio en una corte federal, argumentando que las restricciones de etiquetado violan su derecho a la libertad de expresión de la Primera Enmienda.

Todo surge, al impedirles usar frases que ya entienden los consumidores, como “albóndigas sin carne” y “chorizo vegano”. Es que la ley de Mississippi, aprobada en marzo y vigente desde el lunes, estipula que los alimentos basados en plantas no pueden etiquetarse como carne o “producto alimenticio de carne”. Y no importa si el producto también indica en la etiqueta que es 100% vegano, basado en plantas o sin carne: el hecho es que si el producto usa la palabra “carne” u otra palabra que lo vincule con el producto animal que sustituye, entonces entrará en conflicto con la ley.

Ante la nueva norma, las empresas veganas acusan en su demanda que la legislación “es el resultado del lobby de la industria de la carne animal”. “La arena apropiada para abordar la competencia es el mercado, hablando directamente a los consumidores; no acudiendo a amigos en la legislatura estatal para que hagan su voluntad. Nuestros miembros están compitiendo justamente en el mercado”, aseguró Michele Simon, directora ejecutiva de Plant Based Foods Association, que representa a Upton's y más de 140 empresas más.

Por su parte, el Departamento de Agricultura y Comercio de Mississippi, junto con las asociaciones estatales de ganado y aves de corral, respaldaron la ley estatal que entró en vigencia el 1 de julio. Andy Gipson, el comisionado de agricultura y comercio, quien también es ganadero, dijo en una entrevista antes de que se presentara la demanda, que los productos cárnicos alternativos tienen un lugar en el mercado, pero la ley garantiza que los consumidores tengan claro lo que están comprando.

“Un producto alimenticio hecho de proteína de plantas o insectos no debe ser engañosamente etiquetado como carne. Alguien que busque comprar tofu no debería ser engañado para comprar proteína animal cultivada en laboratorio” dice Andy Gipson. En particular, la industria de la carne no quiere terminar como la industria láctea, que siempre está viendo cómo se materializan nuevas “leches” en los supermercados. Por eso, “la nueva ley preservará el significado tradicional de la palabra 'carne'”, afirmó Gipson.

En respuesta a la demanda, el Departamento de Agricultura y Comercio de Mississippi dijo que tiene el “deber y la obligación de hacer cumplir la ley” y que quería asegurarse que el consumidor tenga “información clara sobre la carne y los productos no cárnicos que compra”. “Un producto alimenticio hecho de proteína de plantas o insectos no debe ser engañosamente etiquetado como carne. Alguien que busque comprar tofu no debería ser engañado para comprar proteína animal cultivada en laboratorio”, dijo Gipson en un comunicado y subrayó que “las palabras significan algo”.

Cabe recalcar que varios estados, como Arkansas, Louisiana y Wyoming, aprobaron recientemente leyes sobre lo que se puede y no se puede etiquetar como carne. La legislación varía, centrándose en artículos de origen vegetal, carne de cultivos celulares, o ambos. Según información de Nielsen, los sustitutos de la carne basados en vegetales están creciendo rápidamente, con un aumento de las ventas minoristas de 10,3% a US$895 millones en los 12 meses hasta el 25 de mayo. “Las empresas tienen derecho a usar los términos que los consumidores entienden” Justin Pearson

De todas formas, eso sigue siendo poco en comparación con los US$90.000 millones que produjo la carne de animales, pero es suficiente para llamar la atención de la industria. Para Justin Pearson, abogado de Institute for Justice, el estudio independiente que presentó la demanda, el tema “no se trata de dinero”, de hecho, solo pide US$1 en daños. A cambio, quiere detener la aplicación de la ley, justificando que “las empresas tienen derecho a usar los términos que los consumidores entienden”, aseguró.