El conglomerado brasileño Odebrecht SA dijo el lunes que solicitó protección por bancarrota, con el objetivo de reestructurar pasivos por 51.000 millones de reales (13.000 millones de dólares), en lo que sería una de las mayores reestructuraciones de deuda en América Latina.
La declaración de bancarrota se produce tras años de complicaciones para Odebrecht, el grupo de ingeniería atrapado por una amplia investigación por corrupción que se extendió por Latinoamérica.
En un comunicado, la compañía afirmó que la protección por bancarrota era la mejor forma de concluir con su reestructuración de deuda cuando los acreedores buscar incautar los activos comprometidos como garantía para préstamos impagos.
La reestructuración de deuda no incluye al productor petroquímico Braskem SA, a la filial de azúcar y etanol Atvos Agroindustrial Participacoes SA, a la unidad de construcción Odebrecht Engenharia e Construcao (OEC), a la petrolera Ocyan, la naviera Enseada, a Odebrecht Transport o homebuilder Incorporadora OR.
Los principales acreedores del conglomerado son los prestamistas estatales Banco do Brasil, Caixa Econômica Federal y BNDES, así como los privados Banco Bradesco SA, Itaú Unibanco Holding SA y Banco Santander Brasil SA.
El grupo fue asesorado por la compañía de reestructuración financiera RK Partners y la firma de abogados E. Munhoz Advogados.