El diputado venezolano Gilber Caro, copartidario del líder opositor Juan Guaidó, fue detenido este viernes por agentes de inteligencia casi un año después de haber sido excarcelado.
”En horas de la madrugada (...) la dictadura secuestró al diputado Gilber Caro, violando su inmunidad parlamentaria, señaló en Twitter Guaidó, jefe parlamentario reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países encabezados por Estados Unidos.
No tenemos idea de a qué se debe esta detención, pensamos que podrían montar otra olla (farsa), tratar de involucrarlo en otro plan macabro Adriana Pichardo, parlamentaria A su vez, el presidente encargado señaló que no podrán detener a todo un pueblo determinado a lograr el cese de la usurpación y convocó para el 1 de mayo a la marcha más grande en la historia en su empeño por sacar del poder al Mandatario Nicolás Maduro.
El Parlamento de mayoría opositora responsabilizó al Gobierno por la vida e integridad del legislador de 45 años. Caro fue arrestado en un restaurante del sector de Las Mercedes, en Caracas, dijo la diputada Adriana Pichardo en rueda de prensa. No tenemos idea a qué se debe esta detención, pensamos que podrían montar otra olla (farsa), tratar de involucrarlo en otro plan macabro”, afirmó la parlamentaria.
Pichardo añadió que al parecer fue conducido al Helicoide, la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en la capital y que en el lugar donde fue capturado destruyeron las cámaras para que no quedara evidencia de ningún tipo. El dirigente pertenece al partido de Guaidó, Voluntad Popular, que anunció que llevará el caso a instancias internacionales.
De vuelta a prisión Caro estuvo detenido entre enero de 2017 y el 2 de junio de 2018, acusado de traición a la patria y sustracción de armas de la Fuerza Armada, pero no llegó a ser condenado. Fue liberado con restricciones junto con otros 39 opositores por orden de la oficialista Asamblea Constituyente que rige el país con poderes absolutos.
Más de un centenar de opositores salieron de prisión a mediados de 2018 por decisión de ese órgano, algunos con medidas como prohibición de salida del país y presentación periódica en tribunales. Muchos no pueden declarar a la prensa, según la ONG Foro Penal, que cifra en 790 los presos en Venezuela por razones políticas.
Pichardo planteó la posibilidad que la justicia alegue violaciones de ese régimen, que la oposición considera ilegal. En octubre pasado, tras solicitar refugio en Colombia, una jueza militar venezolana pidió perdón a Caro por haber ordenado su encarcelamiento. Su detención se suma a la de Roberto Marrero, jefe de despacho de Guaidó, a quien agentes del Sebin arrestaron el pasado 21 de marzo acusado de formar parte de un grupo terrorista que planeaba atentados para desestabilizar al gobierno.
Tras la aprehensión de Marrero, Maduro sindicó a Guaidó de tramar su asesinato. Además, el 3 de abril la Constituyente despojó al opositor de su inmunidad legislativa y autorizó a la suprema corte a enjuiciarlo por haber usurpado las funciones del líder socialista. Pero Washington ha advertido a Maduro que si Guaidó es detenido sería su último error, mientras prosigue con su batería de sanciones, este viernes contra el canciller Jorge Arreaza.