Los avances que Estados Unidos y China puedan lograr en las negociaciones para poner fin a su amarga guerra comercial serían vitales a la hora de mejorar las expectativas sobre la expansión económica mundial, cuando los datos muestran una desaceleración a nivel general.
El actual escenario de ralentización en el crecimiento global ha llevado a las autoridades de los bancos centrales más importantes del mundo a tomar un enfoque moderado sobre la política monetaria para tratar de apuntalar la actividad.
Estados Unidos y China comenzaron a definir los compromisos sobre los temas más difíciles de su disputa comercial, en la señal más significativa de los progresos realizados para poner fin a una guerra comercial que dura ya siete meses. La disputa arancelaria ha frenado el crecimiento económico mundial, perturbado las cadenas de suministro y frenado la actividad manufacturera.
Bajo ese telón de fondo, sondeos mostraron que la producción manufacturera de la zona euro se contrajo en febrero, debido a que la actividad en Alemania cayó nuevamente en medio de las tensiones comerciales y problemas del sector automotor. Eso se suma a la debilidad en los datos económicos registrados en los últimos meses a nivel global.
En Estados Unidos, por ejemplo, la Reserva Federal de Filadelfia dijo el jueves que su indicador de la actividad empresarial en la zona central de la costa este descendió en febrero a su menor nivel desde mayo de 2016. Además, los nuevos pedidos de bienes de capital fabricados en Estados Unidos cayeron inesperadamente en diciembre en medio de una demanda decreciente por maquinaria y metales primarios, lo que apunta a una desaceleración del gasto empresarial destinado a equipos que puede afectar el crecimiento económico.
Tras los débiles datos, JPMorgan recortó sus estimaciones del Producto Interno Bruto de Estados Unidos para el cuarto trimestre, como también lo hizo la Fed de Atlanta, ambos a un 1,4%. Por lo tanto, la atención de los inversionistas se dirige hacia las autoridades monetarias, que han tomado posturas moderadas después de iniciar ciclos de endurecimientos monetarios, como el caso de la Fed.
La próximas semana, el jefe del banco central estadounidense, Jerome Powell, asistirá a audiencias en el Congreso y los inversionistas y los mercados seguirán su testimonio para tener mayor convicción sobre la postura del organismo, que podría haber terminado su ciclo de alzas de tasas de interés antes de lo previsto.
Los funcionarios de la Fed consideraron que pausar las alzas de tasas de interés el mes pasado planteaba pocos riesgos y muchos beneficios, mostraron las minutas de la última reunión del organismo, dándoles tiempo de evaluar los efectos de una desaceleración mundial y de los incrementos previos sobre el impulso económico. Además, la cercanía de votaciones clave en el Parlamento británico sobre el divorcio con la Unión Europea tendrá a los mercados atentos ante la posibilidad de que Gran Bretaña se retire del bloque sin alcanzar un acuerdo.