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Brigadas de voluntarios se preparan en Venezuela para repartir ayuda humanitaria

Lunes, 18 de febrero de 2019 - 10:24 UTC
Juan Guaidó durante un encuentro con voluntarios para trabajos de ayuda humanitaria Juan Guaidó durante un encuentro con voluntarios para trabajos de ayuda humanitaria
Guaidó escogió para el ingreso de la ayuda el 23 de febrero, cuando se cumplirá un mes de haberse proclamado presidente y el Congreso declarara a Maduro “usurpador” Guaidó escogió para el ingreso de la ayuda el 23 de febrero, cuando se cumplirá un mes de haberse proclamado presidente y el Congreso declarara a Maduro “usurpador”

Brigadas de voluntarios comenzaron el fin de semana a prepararse para enfrentar el bloqueo del gobierno venezolano al ingreso de ayuda humanitaria acopiada en Colombia, Brasil y Curazao, la mayoría enviada por EE.UU.

”Nuestra tarea principal es llegar al millón de voluntarios para el 23 de febrero (...) Venezuela se prepara para la avalancha humanitaria” , dijo Guaidó, reconocido como mandatario interino por más de 50 países. A petición suya, médicos generalistas, pediatras, nutricionistas, odontólogos y enfermeros voluntarios atendieron a pobladores en diez localidades del país, en campamentos humanitarios que instalaron bajo toldos.

Al final de la jornada, el gobierno prohibió la entrada al país de cinco diputados del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) y el subsecretario general de esa formación que llegaron para reunirse con Guaidó. Según tuiteó el canciller Jorge Arreaza, tenían “fines conspirativos” , y fueron devueltos del aeropuerto internacional de Maiquetía.

“La delegación de eurodiputados (...) es expulsada por un régimen aislado y cada vez más irracional. Es el usurpador quien eleva el costo a lo que es un hecho: la transición”, reaccionó el líder opositor en Twitter. Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, de 35 años, asegura que hasta ahora hay 600.000 voluntarios inscritos para hacer que la ayuda entre sí o sí, aunque no ha querido revelar detalles de cómo vencerán el cerco impuesto por el presidente Nicolás Maduro.

Maduro ordenó a los militares bloquear el ingreso de la ayuda -medicinas y alimentos- por considerarla un “show político” y el preludio de una invasión militar estadounidense. Ese pulso por la ayuda humanitaria es sensible en un país que vive una debacle socioeconómica con escasez de medicinas y una hiperinflación que hace impagable los alimentos. Unos 2,3 millones de venezolanos emigraron por la crisis desde 2015, según la ONU.

Guaidó escogió para el ingreso de la ayuda el 23 de febrero, cuando se cumplirá un mes de haberse proclamado presidente, luego de que el Congreso declarara a Maduro “usurpador” al considerar su reelección como “fraudulenta” .

Durante un acto en el que juramentó a miles de voluntarios, el jefe legislativo, que exige un gobierno de transición y elecciones “libres”, convocó movilizaciones en toda Venezuela para acompañar las brigadas que irán en caravana de autobuses a los puntos de entrada de los cargamentos.

Tres aviones militares de Estados Unidos llegaron el sábado a la ciudad colombiana de Cúcuta, donde se almacenan medicinas y alimentos desde el 7 de febrero, cerca del puente limítrofe Tienditas, bloqueado por militares venezolanos con camiones y otros obstáculos.

El senador republicano estadounidense Marco Rubio llegó el domingo a Colombia y se reunió con funcionarios que trabajan en el puesto de acopio en Cúcuta. Desde el puente fronterizo Simón Bolívar, habló por teléfono con Guaidó. “El mundo entero está con ustedes, el único que está aislado es Nicolás Maduro y los criminales que lo rodean, yo sé que pronto estaremos en una Venezuela libre de la tiranía”, dijo Rubio, a quien Guaidó agradeció en Twitter “por acompañar” el “esfuerzo” para que entre la ayuda.

Otro centro de almacenamiento en Brasil se abrirá el lunes en el estado fronterizo de Roraima, donde se juntará solamente ayuda brasileña; y el martes llegará un avión desde Miami a Curazao con más asistencia estadounidense, según el equipo de Guaidó. Un avión enviado por Puerto Rico llegó el viernes a Cúcuta, en tanto que Chile y otros países recopilan también toneladas de ayuda.

Maduro califica de “migajas” de “comida podrida y contaminada” la asistencia, y culpa de la escasez a las sanciones impuestas por Estados Unidos, que genera daños a la economía estimados por Caracas en 30.000 millones de dólares.

A medida que se acerca el 23 de febrero, Guaidó multiplica los llamados a la Fuerza Armada, sostén de Maduro, para que dejen pasar la asistencia, señalándoles que la gente pasa penurias y que bloquearla es un “crimen de lesa humanidad” .

El presidente pidió al alto mando militar un “plan especial de despliegue” en las fronteras, frente a una acción militar estadounidense, no descartada por el gobierno de Donald Trump. Maduro, que tiene el respaldo de Rusia, China, Turquía, Irán y Cuba, dice que Venezuela está en el centro de una lucha “geopolítica” en la que Washington busca apropiarse del oro y el petróleo venezolano, usando como “títere” a Guaidó.

“Creo en el diálogo franco y abierto como el único camino para la tranquilidad y la prosperidad” del país, escribió Maduro en Twitter este domingo. Pero Guaidó asegura que no se prestará a una negociación falsa. La Unión Europea (UE) y Uruguay enviarán en los próximos días una misión técnica a Venezuela con expertos en elecciones y de ayuda humanitaria, ambos temas rechazados por Maduro. Guaidó destacó que se han recaudado unos 110 millones de dólares en asistencia y, para el 22 de febrero, el multimillonario británico Richard Branson organiza un concierto en Cúcuta, con artistas de renombre internacional, a fin de recaudar otros 100 millones en 60 días.