La vicepresidenta de Uruguay, Lucía Topolansky, dijo este viernes que su país “hace bien en ser cauto” en la posición internacional que ha asumido en la crisis institucional y política que atraviesa Venezuela ya que, en su consideración, la presión externa para que dimita Nicolás Maduro responde a intereses imperiales que recuerdan a casos de injerencia extranjera ocurridos en Medio Oriente.
Topolansky calificó de “completamente racional” la postura de la cancillería uruguaya materializada en un comunicado publicado el miércoles en el que se anunció que Uruguay, junto a México, brindaba su “completo apoyo” para trabajar en el “bienestar y la paz del pueblo venezolano”.
En una entrevista radial para Radio Sarandí, la dirigente del Frente Amplio, partido de gobierno, se refirió además a la dictadura de Libia que comandó Muamar Gadafi hasta su muerte en 2011 como un caso de injerencia extranjera atraída por el petróleo que dejó a la economía de ese país por el suelo, cuando sus habitantes tenían ”el mejor Producto Bruto Interno (PBI) per cápita de Medio Oriente.
El objetivo de Uruguay, señaló la vicepresidenta, es evitar escenarios muy dolorosos que se pueden dar si no se procedía de ese modo. Consultada sobre la efectividad que podrá tener el diálogo entre Maduro y la oposición -comandada por el autoproclamado presidente encargado y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó-, ya que hay antecedentes fallidos de acuerdos de paz con ayuda extranjera entre el chavismo y los partidos que lo resisten, citó el refrán no hay por gestión que la que no se hace.
Desde una conferencia de prensa en una plaza de Caracas, Guaidó argulló este viernes que países como México y Uruguay deben ver como el chavismo usa al Faes (Fuerzas Armadas Especiales de la Policía Nacional Bolivariana) para reprimir a la gente.
El diálogo que se promovió en República Dominicana en febrero del año pasado, con la participación del presidente dominicano, Danilo Medina, y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero no arrojó resultados para ambas partes del conflicto político, las cuales viven un conflicto de poderes con distintas lecturas de la constitución.
Al ser cuestionada sobre la legitimidad de Maduro como presidente o la de Guaidó como engargado del mismo puesto en carácter interino, Topolansky dijo que no ayuda entrar en esa discusión, (porque) lo que hay que tratar es de ayudar y no generar más incendio”.
Por otro lado, los senadores de la oposición en Uruguay reconocieron este jueves a Juan Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela, a través de un comunicado firmado por las bancadas de los partidos Nacional, Colorado e Independiente.