Autoridades de Reino Unido y la Unión Europea están discutiendo la opción de ampliar el plazo del aviso formal de Londres para retirarse del bloque, en medio de temores de que no se apruebe un acuerdo sobre el Brexit antes del 29 de marzo, reportó el diario The Daily Telegraph, citando a fuentes no identificadas.
El Telegraph citó a tres fuentes no identificadas de la Unión Europea diciendo que los funcionarios británicos habían estado “tanteando el terreno” para una extensión del plazo para la invocación del Artículo 50, la notificación formal de Londres para retirarse de la Unión Europea.
Cuando se le preguntó sobre el reporte del Telegraph, una portavoz de Theresa May dijo: “La primera ministra siempre ha dicho que dejaremos la UE el 29 de marzo de 2019, y que no extenderíamos el Artículo 50”.
El futuro del Brexit sigue siendo incierto. Los legisladores británicos deben votar la próxima semana, martes 15 de enero, un acuerdo de divorcio que May alcanzó con la UE en noviembre.
Líderes empresariales e inversores temen que dejar la UE sin un acuerdo aprobado obstruya los flujos de comercio, asuste a los mercados financieros y desarticule las cadenas de suministros de la quinta economía del mundo.
El resultado final del Brexit dará forma a la economía británica y tendrá consecuencias profundas para la cohesión de Reino Unido y determinará si Londres puede conservar su lugar como uno de los dos centros financieros más importantes del mundo.
Un 52% de los que votaron en un referéndum de junio del 2016, o 17,4 millones de personas, apoyaron la opción del Brexit, mientras que un 48%, o 16,1 millones de personas, optaron por permanecer en el bloque.
May invocó formalmente el Artículo 50 del Tratado de Lisboa el 29 de marzo de 2017, lo que dio inicio a un período de negociación de dos años sobre los términos del divorcio de Reino Unido con la UE.
La máxima corte del bloque, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, determinó el mes pasado que Reino Unido puede revocar unilateralmente el Artículo 50, lo que esperanzó a los proeuropeístas que buscan frenar el Brexit con otro referéndum.