La prima de riesgo argentina está en su punto más alto desde finales de 2014, en el arranque de un año marcado por unas elecciones que ya captaron la atención de los inversionistas. La prima de riesgo o riesgo país es el sobreprecio que exigen los inversionistas por comprar la deuda de un país frente a otras economías más seguras.
El riesgo país de Argentina comenzó 2018 en 351 puntos básicos, una cifra que ha escalado a más del doble durante el año pasado, y cerró en 732 puntos el viernes pasado, luego de alcanzar las 840 unidades en la última semana de 2018.
Los economistas consultados señalaron que uno de los principales factores es el riesgo político, porque la ex presidente Cristina Fernández está a la par de Mauricio Macri, actual presidente de Argentina, en las encuestas de cara a las elecciones de octubre. La posibilidad de una reelección de la ex presidente argentina es un escenario temido por el mercado, de acuerdo con Fausto Spotorno, de la consultora OJF, donde Fernández mantuvo un default (cese de pagos) con fondos de inversión internacionales durante sus dos mandatos.
El director de la consultora Analytica, Rodrigo Álvarez, fue más allá al afirmar que entre los principales prestamistas internacionales existe la percepción que, si gana Fernández, la probabilidad de un nuevo impago de deuda es del 100 %.
El posible regreso de Cristina Fernández no es el único factor que hace dudar a los inversionistas, porque las finanzas del país arrojan un panorama complicado. En menos de un año, la devaluación de más del 50% sufrida por el peso argentino, además de llevar a la economía a una recesión, ha significado una fuerte caída del PIB en dólares, en un país donde la mayoría de la deuda está colocada en la divisa estadounidense.
De cara a 2019, cuando Argentina contará con el respaldo de los dólares del FMI, los expertos no aprecian riesgos excesivos, aunque el Ejecutivo se ha comprometido a un fuerte ajuste para eliminar el déficit fiscal. Pero en 2020 y en adelante, los analistas cuestionan la solvencia de Argentina, que tendrá que hacer frente por sí misma a un volumen de deuda que Rodrigo Álvarez considera inmanejable.
El paraguas del FMI lo que hizo es posponer los problemas, generar un paraguas hasta el 2020, pero a partir de ese año las dudas existen dijo Álvarez, director de la consultora Analytica.