El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, sellaron este viernes en Río de Janeiro una “nueva alianza” que traerá mayor cooperación económica y militar entre ambos países.
El encuentro, histórico por tratarse de la primera visita de un primer ministro israelí a Brasil, forma parte de los nuevos alineamientos geopolíticos del futuro gobierno del ultraderechista Bolsonaro, que asumirá el próximo 1 de enero.
Israel tiene la expectativa que Bolsonaro, que sucederá el conservador Michel Temer, traslade la embajada brasileña en el estado hebreo de Tel Aviv a Jerusalén, como lo anunció en noviembre. Pero después indicó que esa decisión -que podría provocar represalias comerciales de los países árabes, importantes compradores de carnes brasileñas- aún no se había adoptado.
En el avión que lo trajo a Brasil, Netanyahu aseguró que abordarían esa cuestión, aunque en las declaraciones que trascendieron a la prensa después del encuentro no hubo menciones al traslado de la embajada, un paso que ya dio Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump. El Estado hebreo considera toda la ciudad de Jerusalén como su capital, en tanto que los palestinos aspiran a que Jerusalén Este se convierta en capital de su futuro Estado.
Para la comunidad internacional, el estatuto de la Ciudad Santa tiene que negociarse entre las dos partes y las embajadas no tienen que instalarse allí hasta que no se haya alcanzado un acuerdo. Hasta ahora Brasil, donde conviven comunidades judías y árabes, ha mantenido esa postura.
Israel firmó en 2007 un acuerdo de libre comercio con el Mercosur, que Brasil integra con Argentina, Paraguay y Uruguay. El intercambio bilateral entre el mayor país de Latinoamérica e Israel alcanza 1.200 millones de dólares. Bolsonaro dijo el martes que está buscando importar tecnología israelí para producir agua en el noreste de Brasil, azotado por la sequía.
Brasil, tierra de promesas Lo que sí trascendió de la reunión fue un intercambio de elogios y de buenas intenciones de cara al futuro. Más que colaboraciones, seremos hermanos en el futuro, en economía, tecnología y en todo aquello que pueda traer beneficio para los dos países, declaró Bolsonaro al recibir a Netanyahu para un almuerzo en el Fuerte de Copacabana, una vistosa construcción en un extremo de la popular playa carioca.
Es difícil creer que no tuviéramos contactos como este antes. Porque la hermandad, la alianza que mencionaste es real y nos puede llevar muy lejos. Israel es la tierra prometida, Brasil es la tierra de las promesas, le respondió el primer ministro israelí. Netanyahu, que decidió realizar esta visita pese a la difícil situación política y judicial que enfrenta en su país y a las tensiones de estos últimos días entre Israel y Siria, dijo además que Bolsonaro aceptó su invitación para visitar Israel, quien aseguró que su visita a Israel, otro gran aliado de Estados Unidos, sería antes de marzo.
Juntos, pero con otros países como Estados Unidos, que piensan y tienen una ideología parecida a la nuestra, lo tenemos todo para ayudarnos y hacer el bien para nuestros países”, declaró más tarde en un encuentro con la comunidad judía en una sinagoga.
El primer ministro israelí se cuenta, junto al presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, entre los principales invitados a la investidura de Bolsonaro, con un discurso anticorrupción y de mano dura contra la violencia.
Al margen de los actos oficiales, Netanyahu se reunirá también en Brasilia con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. El primer ministro israelí se mostró la semana pasada por primera vez en desacuerdo con el presidente Donald Trump, que anunció el retiro de los 2.000 soldados estadounidenses presentes en Siria.
Israel ve la presencia de Washington en ese país como una defensa contra Irán y un contrapeso a la influencia de Rusia en la región. Durante su permanencia en Brasil, Netanyahu se reunirá además con los presidentes de Chile y de Honduras, así como con miembros de la comunidad judía y un grupo cristiano pro-Israel