El optimismo de los brasileños sobre la economía se ha elevado a una cifra récord mientras el presidente electo, Jair Bolsonaro, se prepara para asumir el cargo el 1 de enero, consigna una encuesta de Datafolha publicada el domingo.
El 65% de los encuestados indicó que la mayor economía de América Latina mejorará en los próximos meses en comparación con el 23% de agosto, antes de la votación presidencial que se llevó a cabo en octubre, concluyó la encuesta.
Ese es el mayor porcentaje de optimistas brasileños desde que la empresa encargada comenzó a realizar la encuesta en 1997, durante el mandato de Fernando Henrique Cardoso. Si bien el optimismo sobre el futuro por lo general aumenta al inicio de un nuevo gobierno, las expectativas son particularmente altas para Bolsonaro, quien fue elegido por sus promesas de librar al gobierno de la corrupción, luchar contra el crimen e impulsar la economía.
Después de una profunda recesión en 2015 y 2016, la recuperación de Brasil ha decepcionado hasta ahora y se espera que el Producto Interno Bruto se expanda un poco más del 1% este año. Eso ejerce presión sobre Paulo Guedes, a quien Bolsonaro nombró como ministro de Economía, para aprobar con rapidez las reformas necesarias a fin de abrir la puerta al crecimiento económico.
Su primera prueba será una revisión del sistema de pensiones, una tarea que los inversionistas consideran fundamental para garantizar la estabilidad fiscal de Brasil. La encuesta de Datafolha, que incluyó a 2.077 personas entre el 18 y el 19 de diciembre, se produce después que otros datos mostraran una mejora en el panorama empresarial y de consumo tras la elección de Bolsonaro.
Ese optimismo aún tiene que animar a los brasileños a ir de compras. Las ventas minoristas se redujeron inesperadamente por segundo mes consecutivo en octubre, ya que el desempleo de dos dígitos continuó contrarrestando el efecto positivo de las tasas de interés mínimas histórica.