La mezcla de uvas de variedades vitivinícolas con denominación de origen con uvas de mesa -lo cual es regulado por ley- es parte de las irregularidades que medianos y pequeños productores de Chile denuncian que están cometiendo grandes empresas del rubro, acusando que la situación es grave para el sector.
Los gremios viñateros más importantes de Chile, que congregan a más de 10 mil pequeños productores y que generan el 70% de la uva vinífera, entre ellos Vinos Curicó-Maule AG y Vinicultores de Villa Alegre y Loncomilla, llamaron al Ministerio de Agricultura para que fiscalice con urgencia este hecho.
El bloque de agricultores, que se conformó con el objetivo de hacer frente a las supuestas irregularidades del mercado, exige vinificar la uva de mesa en bodegas separadas de las de variedades vitivinícolas, para mejorar la fiscalización y desincentivar prácticas fraudulentas en materias de denominación de origen.
También demandan que se agregue a las normativas de Denominación de Origen el total de las cepas consideradas vitivinícolas; que los vinos elaborados con uva de mesa sean comercializados y/o exportados bajo la glosa Vino de uva de mesa y aumentar sustancialmente el monto de las multas que se aplican para que sean un real castigo y desincentivo a los fraudes o delitos en la vinificación.
El presidente de la Asociación de Productores de Uvas Vinos con Denominación de Origen AG, Andrés Vial, advierte que el problema es que al mezclar las variedades bajan los precios y el vino producido con uva de mesa no es de buena calidad.