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Maduro viaja a Moscú en busca de ayuda de Putin

Martes, 4 de diciembre de 2018 - 10:47 UTC
Los analistas están de acuerdo en que el viaje de Maduro es una ofensiva diplomática frente a una fuerte presión internacional en su contra. Los analistas están de acuerdo en que el viaje de Maduro es una ofensiva diplomática frente a una fuerte presión internacional en su contra.

Después de reunirse en Caracas con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el líder venezolano Nicolás Maduro partió para Moscú, donde espera mantener “conversaciones serias” con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para “fortalecer y ampliar las relaciones diplomáticas y los lazos amistosos entre naciones fraternales ”.

 “Mañana tendré una reunión muy seria e importante con el presidente ruso Vladimir Putin”, dijo Maduro en un mensaje de video que publicó en Twitter.

Los analistas están de acuerdo en que el viaje de Maduro es una ofensiva diplomática frente a una fuerte presión internacional contra él.

”Con el presidente Vladimir Putin estamos en contacto permanente y hemos programado (una) reunión (...). Voy a Moscú para cerrar el año 2018 con un florecimiento en cuanto a las relaciones estratégicas que Venezuela está construyendo con el mundo“, dijo Maduro.

Después de ser reelegido en comicios no muy transparentes que Estados Unidos, la Unión Europea y otros países se niegan a tomar como válidos, Maduro está visiblemente tratando de obtener el apoyo de sus aliados.

También existe un creciente consenso internacional para llevar al gobernante venezolano ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya para que rinda cuentas de sus presuntas violaciones de derechos humanos.

Mientras tanto, los Estados Unidos aplican sanciones a Caracas desde 2014, alegando que el gobierno de Maduro es una ”dictadura“ que viola los derechos humanos, sin haber descartado la intervención militar. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió repetidamente que ”todas las opciones están sobre la mesa”.

Entre las sanciones de EE. UU. está la prohibición de que los ciudadanos y las empresas de ese país negocien una nueva deuda con Venezuela y su compañía petrolera PDVSA, lo que cierra las puertas al financiamiento internacional y obstaculiza el comercio exterior.

En días anteriores, Maduro recibió visitas del ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hojattolah Soltani, y del presidente de la Asamblea Suprema de Corea del Norte, Kim Yong Nam.

Y horas antes de emprender su viaje, Maduro se reunió en Caracas con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien le ofreció cubrir la mayoría de las necesidades financieras de Venezuela, principalmente mediante la comercialización de oro.

La crisis venezolana obligó a unos 2,3 millones de ciudadanos a emigrar desde 2015, en lo que según la ONU es el movimiento de población más masivo en la historia cercana de América Latina.

La última visita de Maduro a Rusia fue en octubre de 2017.