Los futuros del crudo en Estados Unidos cerraron con una baja del 7,1% completando una racha récord de 12 caídas consecutivos a su menor nivel desde noviembre de 2017. Más de 980.000 contratos cambiaron de manos debido a que los fondos eliminaron posiciones.
“Es como una corrida bancaria”, dijo Phil Flynn, analista de Price Futures Group en Chicago. “Se está llegando al punto en que ya no se trata de los fundamentales, sino de un colapso total en el precio”.
Operadores dijeron que la ola de ventas fue una extensión de la registrada el lunes, que se desató tras un tuit del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionando a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para que no recorte el suministro para impulsar los precios.
Trump ha dejado claro que quiere que los precios del crudo desciendan. “Ojalá Arabia Saudita y la OPEP no recorten la producción de petróleo. Los precios del crudo deberían estar mucho más bajos en base a la oferta”, sostuvo el mandatario el lunes en una publicación en Twitter.
Operadores dijeron que la reciente debilidad en las acciones ha avivado las preocupaciones sobre el crecimiento mundial, lo que también está contribuyendo a la baja del crudo.
El contrato referencial en Estados Unidos se hundió 4,24 dólares, o un 7,1%, a 55,69 dólares por barril, su mayor desplome porcentual diario desde diciembre de 2015. El contrato ha bajado un 28% desde el máximo tocado en octubre.
El Brent, en tanto, cayó 4,65 dólares, o un 6,6%, a US$ 65,47 por barril, su mayor baja diaria desde julio. El contrato ha perdido un 25% desde el máximo de cuatro años alcanzado a comienzos de octubre. Actualmente cotiza en niveles que no se veían desde marzo.
La OPEP advirtió en su reporte mensual que en 2019 podría darse un superávit en el suministro de crudo ante una desaceleración en la economía mundial y un crecimiento fuerte en la producción de sus rivales, con lo que podría esperarse que el cartel anuncie una reducción del bombeo en su reunión del mes próximo.
El mayor exportador mundial, Arabia Saudita, ve con alarma cómo el suministro empieza a superar al consumo, provocando temores a una repetición de la sobreabundancia que provocó el desplome de los precios en 2014. El ministro de Energía saudí, Khalid al-Falih, defendió el lunes una reducción del suministro de crudo el próximo año en torno a 1 millón de bpd.