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El doble juego de Estados Unidos con el dictador panameño Noriega

Lunes, 20 de agosto de 2018 - 09:52 UTC
A cambio de “estabilidad” en  Centroamérica, Washington estaba dispuesto a “pasar por alto las otras actividades en las que Noriega estaba involucrado”. A cambio de “estabilidad” en Centroamérica, Washington estaba dispuesto a “pasar por alto las otras actividades en las que Noriega estaba involucrado”.
Tras la invasión, Noriega cumplió penas por narcotráfico en Estados Unidos y Francia, mientras que en Panamá fue encarcelado por desaparición de opositores Tras la invasión, Noriega cumplió penas por narcotráfico en Estados Unidos y Francia, mientras que en Panamá fue encarcelado por desaparición de opositores

Un nuevo libro revela cómo Estados Unidos conocía las relaciones del fallecido ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega (1983-1989) con el narcotráfico y su implicación en la violación de los derechos humanos. Washington prefirió apoyar a Noriega para evitar la expansión del comunismo.

“Los documentos a los que tuvimos acceso nos han demostrado que Estados Unidos conocía todo lo que sucedía” en Panamá, dijo Rita Vásquez, directora del diario panameño La Prensa y coautora del libro El fantasma de Noriega.

Según este documento, “todas las semanas la CIA se reunía con Noriega”. A cambio de “estabilidad” en una Centroamérica sumida en guerras civiles entre gobiernos militares y guerrillas de izquierda, Washington estaba dispuesto a “pasar por alto las otras actividades en las que Noriega estaba involucrado”.

“Los militares estadounidenses tenían conocimiento que sus contrapartes panameñas cometían los actos más atroces, pero a pesar que en Panamá había muchos más soldados gringos que panameños, nunca hicieron nada para pararlos”, señala el texto.

El libro, escrito por Vásquez y el periodista estadounidense Scott Bronstein, está basado en nuevos documentos desclasificados por Estados Unidos y en varios testimonios de militares y ex funcionarios norteamericanos. La obra hace un recorrido histórico desde el golpe militar de 1968 hasta la invasión estadounidense de 1989, una época en la que Washington mantenía bases militares en Panamá. Según una Comisión de la Verdad, 116 personas fueron asesinadas o desaparecidas durante ese período, en el que Noriega fue jefe de espionaje y encargado de combatir la insurgencia.

Al mando del país a partir de 1983, Noriega fue sumando denuncias por graves violaciones a los derechos humanos, lo que produjo constantes protestas, duramente reprimidas. “Eran tiempos muy convulsionados. En El Salvador y Nicaragua había guerrillas y para Estados Unidos mantener a Noriega en el poder le daba una sensación, una confianza de que había amigos en la región”, indicó Vásquez. “Estamos hablando de países convulsionados por el comunismo, que era a lo que ellos le tenían pavor”, añadió la escritora.

Tras la invasión, Noriega cumplió penas por narcotráfico en Estados Unidos y Francia, mientras que en Panamá fue encarcelado por desaparición de opositores, hasta su muerte el año pasado. El documento, presentado esta semana durante la Feria Internacional del Libro de Panamá, también indica que la invasión para arrestar a Noriega por cargos de narcotráfico pudo evitarse.

“Noriega hizo visitas a Estados Unidos donde pudo haber sido capturado y no lo fue”, indicó Vásquez.