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Trudeau se consolida como “Capitán Canadá” tras insultos y amenazas de Trump

Miércoles, 13 de junio de 2018 - 07:26 UTC
“Los canadienses somos educados y razonables, pero no nos dejaremos apabullar”, dijo también Trudeau al cierre de la cumbre del G7. “Los canadienses somos educados y razonables, pero no nos dejaremos apabullar”, dijo también Trudeau al cierre de la cumbre del G7.
Elegido como cabeza de un gobierno liberal en octubre de 2015, Trudeau había tratado siempre de no denigrar públicamente a Trump o sus políticas. Elegido como cabeza de un gobierno liberal en octubre de 2015, Trudeau había tratado siempre de no denigrar públicamente a Trump o sus políticas.
Trudeau ha ignorado siempre el particular estilo de Trump, intentando resaltar en cambio que ambos llegaron al poder con la promesa de defender a la clase media Trudeau ha ignorado siempre el particular estilo de Trump, intentando resaltar en cambio que ambos llegaron al poder con la promesa de defender a la clase media

Generalmente dado a los consensos, muchas veces encantador, Justin Trudeau se ha visto forzado a cambiar su benevolente indumentaria por la del “Capitán Canadá”. Boxeador amateur que muchas veces retoma los guantes en su tiempo libre para liberar estrés, el primer ministro canadiense tendrá que medir sus golpes contra el presidente estadounidense Donald Trump, quien lo acusó de debilidad y deshonestidad y de destrozar el acuerdo final de la cumbre del G7.

 Trudeau suscitó la ira de Trump al calificar de “insultantes” los aranceles a las importaciones de aluminio y acero impuestos por Estados Unidos invocando la seguridad nacional.

“Los canadienses somos educados y razonables, pero no nos dejaremos apabullar”, dijo también Trudeau al cierre de la cumbre del G7.

Elegido como cabeza de un gobierno liberal en octubre de 2015, Trudeau había tratado siempre de no denigrar públicamente a Trump o sus políticas. En contacto regular vía telefónica con Trump, con una frecuencia mayor a la que mantuvo con Barack Obama, según sus allegados, Trudeau ha ignorado siempre el particular estilo de Trump, intentando resaltar en cambio que ambos llegaron al poder con la promesa de defender a la clase media de sus respectivos países.

Muchas veces descrito como un “mini-Obama”, en parte por esa sonrisa omnipresente, Trudeau está mucho más cerca ideológicamente del Partido demócrata estadounidense que del republicano. Sin embargo, ha tratado de esconder estas diferencias para poder mostrarse como un buen vecino. Todavía se empeña por mantener esa imagen, y por eso se ha negado a responder a los ataques personales que contra él han lanzado Trump y sus asesores, dejando esa tarea a sus ministros, siempre cuidándose de no caer en una guerra de insultos.

La ministra de Relaciones Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, lamentó el domingo los ataques personales, pues no son “útiles ni productivos”.

A poco más de un año de las próximas elecciones parlamentarias, este ex profesor nacido el 25 de diciembre de 1971 podría aprovechar la disputa comercial que se desató con Estados Unidos para silenciar a sus detractores, que le critican por su falta de carácter en comparación con su padre, que dirigió al país en los 70.

El lunes Trudeau pudo presenciar cómo se formó una alianza de todos los sectores a su alrededor, incluyendo los conservadores que le adversan. Todos llamaban a unirse en torno a su primer ministro mientras Trump amenaza ahora atacar al sector automotor, que marcaría una nueva etapa en esta guerra comercial.

El ministro de Comercio internacional, Philippe François Champagne, anunció que Canadá presentará “rápidamente” un proyecto de ley para ratificar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica que firmó con 10 países de ambos lados del Pacífico, para atenuar los efectos del conflicto comercial con Estados Unidos.

Por su parte, el Parlamento federal adoptó incluso unánimemente el lunes una moción que apoya al gobierno de Trudeau en su enfrentamiento con Trump.

Objeto de burlas por su reciente viaje a India (calificado de “fiasco”), acusado por la oposición conservadora de renegociar en términos desventajosos el NAFTA, criticado por la izquierda por su deseo de nacionalizar un oleoducto, ahora es alabado desde todos estos sectores por su postura frente a Trump. Muchos recuerdan lo parecido de esta situación con la que vivió su padre, el primer ministro canadiense Pierre-Eliott Trudeau, a quien el presidente Richard Nixon llamaba en privado “intelectual pomposo” e “hijo de puta inteligente”.

El principal periódico del país, Globe and Mail, escribió en su editorial del lunes: “Trump no podría haber llegado en mejor momento para alimentar el sentido de injusticia que sienten los canadienses”.
“El nuevo Trudeau está aquí”, dijo un analista de la estación pública de televisión Radio-Canadá. Para el Globe and Mail, lo que Trump ha hecho es consolidar la base política de Trudeau.