Jaguar Land Rover (JLR), la mayor automotriz de Reino Unido, recortará alrededor de 1.000 puestos de trabajo y la producción en dos de sus fábricas inglesas debido a una caída en las ventas por la incertidumbre en torno al Brexit y a la confusión acerca de las políticas sobre los modelos diésel, dijo a la prensa europea una fuente de la compañía.
Jaguar Land Rover reducirá la producción en sus plantas de Solihull y Castle Bromwich, afectando a unos 1.000 empleados, señaló la fuente. Un portavoz de JLR se negó a hacer comentarios sobre la cantidad de puestos que se perderían, pero la firma dijo que haría cambios en su plan de producción.
A la luz de los continuos reveses que impactan a la industria automotriz, estamos haciendo algunos ajustes a nuestros esquemas de producción y el nivel de personal, indicó la compañía en un comunicado.
JLR no renovará los contratos de un número de trabajadores en la planta de Solihull y estará informando al personal el lunes sobre sus planes para el año fiscal 2018-19. En enero, la automotriz dijo que reduciría temporalmente la producción más adelante este año en su otra planta británica, de Halewood, como consecuencia del debilitamiento de la demanda por el Brexit y los aumentos de impuestos a los vehículos diésel, pero no detalló entonces nada sobre recortes laborales.
Las ventas de Jaguar cayeron un 26% en lo que va del año, mientras que la demanda de Land Rover se redujo un 20% en su mercado doméstico, ante el alejamiento de los compradores del diésel por temores a posibles aumentos impositivos y prohibiciones y restricciones en varios países.
Ha sido obvio para todos que las ventas han estado cayendo, dijo la fuente. Los registros de autos nuevos han estado bajando por un año en Reino Unido. La entidad que aglutina a la industria automotriz local lo ha adjudicado en parte a un debilitamiento de la confianza de los consumidores tras la votación del Brexit, luego de una demanda récord en 2015 y 2016.