Los agricultores brasileños, que esperan otra cosecha récord de soja gracias a un clima favorable este año, están poniendo un énfasis sin precedentes en maximizar los rendimientos, dijo André Pessoa, socio fundador de la consultora Agroconsult.
Esta postura, que termina reduciendo el uso de áreas deforestadas para la agricultura, está siendo exacerbada por problemas de sequía en Argentina, donde se perderá una parte de la cosecha, elevando los precios internacionales de la soja y potencialmente capitalizando a los agricultores.
“El modelo de inversión ha cambiado, con agricultores trasladando el gasto hacia sus propias plantaciones”, dijo Pessoa durante el primer día de una expedición técnica por la nueva frontera agrícola de Brasil conocida como Matopiba (los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahia) que representa un 11% de la producción local de soja.
Una consecuencia directa de más inversiones en los cultivos es que el rendimiento está alcanzando 100 sacos de 60 kilos por hectárea en áreas irrigadas, o casi dos veces el promedio del país en la última cosecha, que fue de unos 56 sacos. El uso de cultivos biotecnológicos ha sido exitoso, dijo Pessoa.
A medida que mejoran los rendimientos agrícolas Brasil, el mayor exportador de la oleaginosa, se vuelve aún más competitivo en los mercados internacionales, dijo Pessoa, añadiendo que en algunas áreas los agricultores han elevado el rendimiento promedio a 70 sacos de soja por hectárea mientras que otros están llegando a cerca de 80 y 90 sacos por hectárea.
“Invertir 700 reales (212,5 dólares) por hectárea ayudará a mejorar la calidad del suelo y las condiciones de la propiedad”, dijo Pessoa, “pero con ese valor no compra tierra”, añadió, explicando que invertir en las plantaciones es más atractivo actualmente que expandir el área.
Agroconsult estima que la cosecha de soja de Brasil alcanzará 117,5 millones de toneladas esta temporada, más que las 114 millones de toneladas que el gobierno dijo que los productores habían recolectado el año anterior, cuando el clima también fue casi perfecto.
Cerca de 20% de los agricultores brasileños ya están dando prioridad a las inversiones en las plantaciones mientras que un estimado 30% podría hacer lo mismo. Mayores ganancias del ciclo 2017/18 darían al segundo grupo el impulso necesario para aumentar el gasto en sus propiedades, dijo Pessoa.