El gobierno de Venezuela anunció el martes 20 de febrero de 2018 que recibió ofertas de intención de compra por 735 millones de dólares en el inicio de la preventa de su criptomoneda, el Petro, aunque expertos son escépticos sobre las posibilidades de éxito de la iniciativa.
”Hemos logrado la intención de compra por el orden de (...) 735 millones de dólares. Ya los tenemos en nuestras manos (...) Tremendo golpe, dijo el presidente Nicolás Maduro en una rueda de prensa tras las primeras 20 horas de una preventa privada de 38,4 millones de petros, sobre una emisión de 100 millones, que se extenderá hasta el 19 de marzo.
El 20 de marzo comenzará la oferta inicial pública de otros 44 millones y el resto, 17,6 millones, se los reservará el Estado. La moneda virtual, respaldada en las reservas petroleras, fue lanzada frente a los graves problemas financieros del país.
Sin embargo, analistas consultados advierten que los desequilibrios de la economía venezolana, con alto gasto público y una hiperinflación proyectada en 13.000% por el FMI para 2018, erosionan la probabilidad de un impacto positivo.
Maduro expresó que el Petro va a permitir luchar contra la avaricia de las potencias extranjeras, refiriéndose a sanciones de Estados Unidos que prohíben a ciudadanos y empresas de ese país transar deuda emitida por Venezuela y su estatal petrolera PDVSA.
Tanto el país como la compañía fueron declaradas el año pasado en default parcial por pagos atrasados de intereses y capital de títulos de deuda. Para el segundo semestre de 2018 tienen compromisos por unos 8.000 millones de dólares.
El mandatario, que busca la reelección en comicios anticipados el 22 de abril, pretende ampliar sus opciones de pago para operaciones comerciales, según él afectadas por el bloqueo estadounidense.
Teóricamente, con las criptomonedas te pudieras bypasear el sistema financiero estadounidense (...), pero todo depende de generar confianza, dijo el economista Henkel García.
Y allí surgen las dudas. Criptomonedas como bitcoin o ethereum están descentralizadas. No son emitidas por bancos centrales, sino que se crean (minan”) de manera virtual mediante el registro compartido de transacciones, una tecnología conocida como blockchain.
El Petro, al contrario, será emitido y regulado por un Gobierno que ha generado hiperinflación, subraya Juan Paul Leidenz, especialista en criptomonedas de la firma Ecoanalítica.
Además, las reservas que respaldarán la emisión están concentradas en un campo aún por explotar. Se ignora cómo un inversionista podría reclamar derechos sobre el crudo.
La consultora Eurasia Group estima que Venezuela podría recaudar unos US$ 2.000 millones en la oferta inicial, pero considera improbable que el Petro pueda consolidarse como un medio creíble de intercambio, más allá del interés a corto plazo.
Por ello, algunos especialistas consideran que puede tratarse de una venta futura de petróleo o simplemente de una operación de financiamiento.
El 'White Paper' ('Libro Blanco') del Petro estableció en 60 dólares el precio de venta de referencia de la criptomoneda, equivalente a la cotización del barril de crudo venezolano a mediados de enero. Maduro no precisó este martes su valor.
Leidenz explicó que el precio se acuerda privadamente entre Gobierno e inversionistas en la preventa ”y luego fluctuará de acuerdo al mercado cuando se haga el ICO (Inicial Coin Offering).
El Petro funciona sobre un blockchain de una criptomoneda ya existente, NEM, pero el 'White Paper' señala que podrá migrar a uno propio. Esto genera incertidumbre al plantear cambios en las reglas de juego”, apunta Leidenz.