Los abogados de Julian Assange presentaron el viernes ante la Westminster Magistrates Court un pedido de anulación de parte de la justicia británica de la orden de arresto europeo que pesa sobre la cabeza del fundador de Wikileaks desde 2012. Esta orden lo obligó a refugiarse en la embajada de Ecuador en Londres.
Uno de los abogados de la defensa, Mark Summers, sostuvo que el mandato ya “perdió significado”, por haber caído las controvertidas acusaciones de molestias sexuales formuladas años atrás por la magistratura sueca.
Acusaciones que por otro lado fueron cuestionadas desde el comienzo por el activista y periodista australiano como un pretexto para luego extraditarlo a Estados Unidos, cuyas autoridades están furiosas con él por la publicación de miles de incómodos documentos reservados a partir de 2010.
En el pasado los británicos rechazaron requerimientos análogos, considerando aún válida la imputación de no haberse presentado hace cinco años a un interrogatorio dispuesto en Londres por pedido de la fiscalía de Estocolmo, cuando la investigación sueca seguía abierta.
Ahora la decisión corresponde a la jueza Emma Arbuthnot, cuya decisión se espera en breve.