El ministro de Economía portugués, Manuel Caldeira, afirmó “que fue una pena que no se haya conseguido firmar” el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) en 2017.
De todos modos el ministro quien recientemente visitara Uruguay, aseguró que ello no significa “un retroceso” sino que, por el contrario, “se avanzó muchísimo” y ahora las partes están “prácticamente en el mismo sitio” y “muy cerca” de lograr un acuerdo.
Caldeira subrayó que Portugal “ha hecho mucha presión para que las cosas avancen” porque esta ha sido “una prioridad” de la política de su país en Europa en los últimos dos años.
“Estoy convencido de que en los próximos meses lo vamos a conseguir y eso será una victoria grande para Portugal, para España y también para los países del Mercosur”, dijo el ministro luso.
Caldeira agregó que Portugal quiere “una Unión Europea abierta a la inversión, al comercio y a recibir gente de todas partes del mundo”, y agregó “queremos que ese sea el camino del bloque en contraste con el que está siguiendo Estados Unidos y otros de cerrarse más”.
Por su parte, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, aseguró que 2017 fue un año positivo para el Mercosur respecto a su “funcionamiento interno y cohesión”, aunque dijo ver a la Unión Europea “reticente” a la hora de firmar un acuerdo de libre comercio con el bloque latinoamericano.
“La veo un poco reticente a la Unión Europea. Tiene algunos países que no están dispuestos a avanzar en un acuerdo que toque los productos agropecuarios, la carne”, detalló Vázquez en una entrevista con el semanario local Búsqueda.
Pese a esta reticencia del bloque europeo, el mandatario uruguayo aseguró que hay que “seguir trabajando” y que ahora la responsabilidad está en manos de la UE.
“El Mercosur llegó al límite que plantea la Organización Mundial del Comercio de Liberar el 90 % de los productos. Ahí está”, agregó el titular del Ejecutivo uruguayo.
En este sentido, detalló que Uruguay tenía “pronta” la lista de productos a liberar desde “hacía años”, mientras que Argentina “hizo un gran esfuerzo y llegó”, al igual que Brasil. “Era lo que pedía la UE, se lo dimos. Ahora hay dos elementos que son los que están trancando, la carne y el etanol. Y ahora la palabra la tiene la UE”, sentenció el mandatario.
Las conversaciones sobre el amplio acuerdo de asociación bilateral, que incluye un tratado de libre comercio, se iniciaron en 1999, pero tras un infructuoso primer intercambio de ofertas de acceso a mercados en 2004 quedaron paralizadas hasta 2010, cuando las partes volvieron a manifestar su interés y decidieron retomarlas en los márgenes de la cumbre euro-latinoamericana de 2016 en Madrid.