La escasez en Venezuela no perdona ni a los más fieles al régimen de Nicolás Maduro. Las protestas han llegado a barrios chavistas después que no pudieran celebrar la Navidad con la bolsa de comida y el pernil de cerdo que el gobierno les había prometido en los últimos comicios.
Los más pudientes, los que aún pueden permitirse usar el avión, tampoco han podido trasladarse para celebrar las fiestas por la reducción del servicio aéreo en más del 50% a causa de la falta de combustible, que también ha afectado a los que se tenían que viajar con el autobús. Y, como es habitual, la responsabilidad siempre es de otro. No hay pernil en las mesas venezolanas por culpa de dos países.
“Por el saboteo de Portugal, que no cumplió los convenios, y de los Estados Unidos, que nos han impuesto las sanciones que pedían sus lacayos”, dijo el Presidente Nicolás Maduro en un discurso televisado.
Las revueltas comenzaron dos días después de la noche de Navidad, en las barriadas populares de Catia y La Vega, al oeste de Caracas, alguna vez de mayoría chavista. Protestan por el retardo en la llegada los denominados Clap (por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción); bolsas de comida que el gobierno de Nicolás Maduro reparte de forma quincenal a precios subsidiados en sectores populares, como alternativa al comercio capitalista, y que distribuyen como programa social y señuelo electoral.
Los Clap de estas navidades venían con la promesa realizada en las recientes elecciones municipales de incluir pernil de cerdo, uno de los elementos tradicionales de la mesa navideña en Venezuela. Con los sueldos disminuidos por una violenta escalada hiperinflacionaria y un panorama de escasez crónico, que conoce picos de gravedad notorios, la demora de la ayuda gubernamental agudiza las carencias cotidianas y el panorama de protestas en Venezuela, país que en este momento ve pasar frente a sí las pascuas más opacas.
Parte importante de quiénes protestan en esta ocasión son militantes chavistas, organizados en comunas que promueve el gobierno, a quiénes se les tenía prometida su asignación para las fiestas. Al reconocer que había fallas en la asignación de “la proteína animal” (es decir, la carne de cerdo), el gobernador del estado Trujillo, Henry Rangel Silva, -militar retirado, general en jefe; militante chavista-, afirmó que el retardo obedece a “un sabotaje de la derecha fascista nacional e internacional”.
Las insuficiencias en los servicios estatales se han expresado, con sus variantes, en otras entidades federales. El servicio de gasolina sigue presentando fallas en los estados Amazonas, Apure, Mérida, Táchira, Barinas, Cojedes, Portuguesa y Trujillo. En estas zonas, que integran parte importante del Occidente, el combustible se ofrece racionado; en algunos estados, el 20% de las estaciones de servicio están totalmente cerradas. En la turística Isla de Margarita, es difícil conseguir gasolina de 95 octanos. La jornada de la víspera de la Navidad, y la propia Nochebuena, sorprendieron a Maracaibo, segunda ciudad del país, con un corte de luz que duró siete horas.