Argentina eliminó la asistencia técnica a pequeños y medianos agricultores extranjeros, lo cual afecta a miles de productores oriundos de países vecinos y especialmente de Bolivia, reclamó una organización que los representa.
La medida, que comenzó a regir esta semana, afecta “sólo en Buenos Aires a unas 20.000 familias, la mayoría bolivianas, que producen el ciento por ciento de hortalizas que se consumen en la capital argentina”, dijo Nahuel Levaggi de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), la organización que los representa.
El gobierno, a través del ministerio de Agroindustria, modificó los requisitos para acceder al programa Cambio Rural, vigente desde 1993, por el cual el Estado brinda asistencia técnica para mejorar la producción y socioeconómica de los pequeños y medianos productores.
A partir de ahora, el aspirante a recibir la ayuda deberá “ser nacido en territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo”, según la disposición publicada en el boletín oficial esta semana.
“Esto excluye y discrimina al enorme sector de familias productoras de origen de países limítrofes que día a día garantizan la producción de hortalizas en los cordones verdes de todas las provincias”, dijo la UTT.
Según Levaggi, la mayoría de los afectados son agricultores de origen boliviano que producen hortalizas en quintas familiares.
Entre otras cosas, el programa ayuda a pagar los honorarios de ingenieros agrónomos que asisten a los pequeños productores. “Una ayuda vital para mejorar la producción y maximizarla”, explicó Lavaggi.
La UTT presentó una denuncia por discriminación contra el Ministerio de Agroindustria ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
“La sociedad consume verduras diariamente gracias a esas manos, que en gran parte no nacieron en este país, familias que en algunos casos hace más de 30 años que están produciendo alimentos”, dice la UTT en su presentación.
En abril pasado, el sector protagonizó un ’verdurazo’ en la Plaza de Mayo, frente a la sede gubernamental, en una protesta donde regalaron 20.000 kilos de verdura para llamar la atención sobre un sector que asegura estar en emergencia por la suba de costos y la caída del consumo.