El 31 de agosto próximo se cumplen veinte años de la trágica muerte de Diana de Gales y sus hijos, William y Harry, están empeñados en que la fecha no pase inadvertida. De ahí que el pasado fin de semana, a través del Palacio de Kensington, los hermanos hayan divulgado una serie de fotografías de su niñez con Diana, junto a pasajes del documental Diana, nuestra madre: Su vida y legado.
Hay una fotografía especial, le dice William a Harry, al tiempo que abre un enorme álbum familiar. En esta foto estamos los dos, tú estabas en el vientre, agrega, mostrándole esta imagen:
”Esta es la primera vez que ambos hablamos de ella como madre (...) El vigésimo aniversario de su muerte se siente como un buen momento para recordar las cosas buenas sobre ella, afirma el duque de Cambridge sobre la participación de él y su hermano Harry en el documental.
Nuestra madre era una niña (...) Todo lo que puedo escuchar en mi cabeza es su risa. Era una risa loca (...) Pura felicidad en su rostro, recuerda por su parte el menor de los hijos de Diana y Carlos.
Uno de sus lemas para mí era 'puedes ser tan travieso como quieras, simplemente que no te pillen'. Ella era una de las mamás más traviesas, añade Harry. William, en tanto, rememora un episodio que fue muy especial para él y que se remonta a 1996.
Probablemente era un niño de 12 o 13 años que tenía retratos de ellas en mi pared, recuerda el duque de Cambridge refiriéndose a las súper modelos de la época Cindy Crawford, Naomi Campbell y Christy Turlington, a quienes Diana había invitado al palacio de Kensington.
Me sonrojé y no sabía qué decir, agrega William. Según afirman los hermanos, Diana estaba determinada a que sus hijos disfrutaran de una vida lo más normal posible. Ella entendía que había una verdadera vida al otro lado de los muros del palacio y quería que la conociéramos desde pequeños, explica el duque de Cambridge.
Ella nos entregó las herramientas correctas y nos preparó para la vida de la mejor manera que pudo, sin saber, obviamente, lo que iba a pasar, añade. La última conversación William y Harry tenían 15 y 12 años, respectivamente, cuando su madre murió y en el documental recuerdan -y lamentan- cómo fue la última conversación que tuvieron con ella.
Harry y yo estábamos en nuestras cosas, jugando con nuestros primos y pasándolo bien, relata William. El teléfono sonó y William fue a hablar con ella alrededor de cinco minutos, complementa Harry. En ese momento, los hermanos se encontraban en Balmoral, mientras su madre estaba en París junto a su novio Dodi Al-Fayed.
Si hubiera sabido lo que iba a pasar, obviamente no hubiera sido tan indiferente (...) Esa llamada telefónica se quedó grabada en mi mente muy, muy fuerte, agrega William, quien en el documental prefiere no revelar qué fue lo que conversó con su madre en esos cinco minutos de llamada.
Harry, en tanto, asegura que se siempre se arrepentirá de lo breve que fue esa llamada. Tendré que lidiar con eso por el resto de mi vida, sostiene. En Diana, nuestra madre: Su vida y legado, William también revela que constantemente le habla a sus hijos, George y Charlotte, sobre su abuela. Tenemos muchas fotos en la casa... pero es difícil porque Catherine no la conoció, así que no puede dar muchos detalles sobre ella, explica el duque de Cambridge.
Por esta razón, el segundo en la línea de sucesión al trono británico revela que cada noche cuando acuesta a sus hijos, les habla sobre Diana e intenta recordarles que hay dos abuelas en sus vidas. Consultado respecto a cómo se imagina a Diana como abuela, William afirma que hubiera sido una verdadera pesadilla”.