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Sin solución para la emergencia de agua potable en Bolivia

Martes, 22 de noviembre de 2016 - 17:57 UTC
Tiempos difíciles para el presidente boliviano Evo Morales con las principales ciudades del país sin agua potable Tiempos difíciles para el presidente boliviano Evo Morales con las principales ciudades del país sin agua potable

Debido a una sequía sin precedentes y a otros factores causados por el hombre, el país sufre escasez de agua en cinco de sus nueve departamentos. Las tres principales represas de La Paz están casi secas y los residentes de la ciudad han visto secarse sus grifos por hasta 60 horas consecutivas.

 Centenares de miles de bolivianos, en particular los que viven en La Paz, luchan cada día por obtener sus necesidades mínimas de agua potable y no la situación no mejora, ya que el Departamento de Control Social de Agua y Saneamiento (AAPS) declaró por tiempo indefinido la crisis del agua, a la vez que anticipó que el 2017 podría traer más de lo mismo.

Las protestas han surgido en La Paz y dirigentes comunitarios de Cochabamba secuestraron el 17 de noviembre a las autoridades de agua de El Alto, al asumir el Viceministro de Agua Rubén Méndez, el Director Regional de Epsas Roberto Rojas y al menos otros seis rehenes cuando la Ministra de Agua y Medio Ambiente Alexandra Moreira no se presentó a una reunión para tratar el tema de la crisis.

Si bien los funcionarios fueron liberados supuestamente por la policía, según se informó, eso no cambió el hecho de que no hay un fin previsible para el racionamiento en La Paz, que afecta a unas 340.000 personas y que también se aplica en otras ciudades como El Alto, Cochabamba, Potosí y Sucre.

Dado que un centenar de escuelas han sido afectadas por la medida, el Ministerio de Educación está considerando la posibilidad de decretar un final anticipado al ciclo educativo del corriente año, señalaron fuentes no oficiales cercanas al gobierno.

El presidente Evo Morales ha ordenado a los especialistas encontrar una solución, ya que la gente ha estado cavando pozos improvisados, aunque las autoridades sanitarias han descubierto que sólo el 6% del agua proveniente de esos pozos era de calidad para beber de forma segura.

Según los especialistas que monitorean la situación, el problema central deriva de medidores antiguos que registran el caudal de aire y el flujo de agua, así como la política de la empresa municipal de agua Semapa de cobrar una tasa fija por los servicios de alcantarillado y agua, independientemente de que sean brindados o no.

La desaparición de los glaciares andinos como consecuencia del cambio climático también tiene un gran impacto en Bolivia. Sin sus aguas, el Poopo, el segundo lago más grande del país, fue declarado oficialmente evaporado - desaparecido - en diciembre.