La aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, regresó a la campaña electoral tras haber reposado tres días por una neumonía, con críticas a su rival, Donald Trump, por ser un “elemento peligroso” y su renovado compromiso de “no abandonar nunca la lucha”
“A dos meses de las elecciones, el último lugar donde quería estar era en casa”, afirmó Clinton en un acto de campaña en Greensboro (Carolina del Norte), su primera aparición después de tres días de descanso forzado. Por eso, aseguró, “es una maravilla estar de vuelva en campaña”.
El regreso de la candidata demócrata se produce después que la opacidad sobre su estado de salud generara una ola de críticas al sufrir un vahído en un acto en Nueva York el fin de semana, y confirmar con días de retraso que se le había diagnosticado una “suave neumonía”.
Clinton señaló que aprovechó esos días de relajación para “reflexionar” y tomar distancia, algo que la agitada agenda de la contienda electoral “no permite demasiado”.
En los últimas jornadas, y además de la polémica generada por la falta de transparencia sobre su salud, la ex secretaria de Estado ha tenido que calmar otra controversia, la suscitada tras calificar a la “mitad” de los votantes de Trump de “deplorables” con ideas “racistas, machistas, homófobos, xenófobas, islamófobas”.
Por si fuera poco, Clinton ha visto cómo su ventaja en las encuestas se veía reducida notablemente, y en algunos estados considerados claves en la carrera presidencial, como Florida y Ohio, Trump se ponía por delante.
“Siempre he dicho que iba a ser una campaña reñida”, afirmó en una breve comparecencia ante los periodistas en Greensboro tras el acto, antes de partir para Washington, donde ofreció un discurso ante el Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI) con motivo del comienzo del Mes de la Herencia Hispana, donde también participará el presidente, Barack Obama.
Clinton no dejó de atacar a Trump por su estilo grandilocuente y excesivo. “Lo confieso, nunca seré el showman que mi oponente es y eso está bien. Pero yo voy a cumplir para ustedes y sus familias”, dijo Clinton en el acto, de apenas 20 minutos de duración.
“¿De verdad vamos a poner al frente del país a un elemento peligroso?”, ironizó Clinton en referencia a Donald Trump.
Esta mañana, en un encuentro con periodistas en Washington, Maya Harris, una de las asesoras políticas de Clinton, sostuvo que el regreso a la campaña se produce “porque (la candidata) cree que no hay un minuto que perder”.
“Piensa que hay mucho en juego en estas elecciones, realmente no quiere ni tomarse un momento de descanso porque quiere asegurarse de dejar claro todo lo que implican estas elecciones, cuál es su compromiso y su misión en comparación con lo que se cuenta desde el otro lado”, aseveró Harris.
En los días que ha estado fuera del ojo público, retirada en su casa familiar de Chappaqua (Nueva York), Clinton ha contado con el respaldo de pesos pesados demócratas, como el presidente Obama, que acudió a Filadelfia el martes para pedir el voto para ella, o el de su propio marido, el ex presidente Bill Clinton, que viajó a Nevada para un acto de campaña.
La carrera presidencial ha entrado así en la recta final con actos de campaña diarios y el inminente inicio de los debates presidenciales televisivos, que dada su gran audiencia marcarán la dinámica de las próximas semanas.
El primer debate entre Clinton y Trump tendrá lugar el lunes 26 de septiembre en la Hofstra University de Long Island (Nueva York), al que seguirán el de San Luis (Misuri) del 9 de octubre y el último, el 19 de octubre, en Las Vegas (Nevada).